Redacción / México.- Rebeldes, valientes e ingeniosas, así fueron las mujeres que decidieron luchar junto a los hombres, demostrando su fortaleza en la Guerra de Independencia de 1810.
Ellas, en muchas ocasiones, se desempeñaron como las promotoras e impulsoras financieras del movimiento de Independencia. Además, se encargaban de enviar cartas de suma importancia, realizaban espionaje y contrabando.
A estas mujeres se les ha dejado en el anonimato, incluso en el tradicional y oficial Grito de Independencia. Por ello, hoy las recordamos, les agradecemos y celebramos. ¡Vivan las mujeres que nos dieron patria!
Mariana Rodríguez del Toro. Quizás la recuerdes porque su imagen aparece en los libros de texto de primaria. Ella es considerada la principal organizadora de la conspiración de abril de 1811. Liberal, simpatizante de los insurgentes.
Planeó el secuestro el Virrey Francisco Xavier Venegas, al enterarse de la captura de varios líderes. Sin embargo, el virrey fue alertado, por lo que Mariana y su esposo Miguel Lazarín fueron capturados y torturados. Son liberados hasta 1820.
Mariana Rodríguez del Toro murió en 1821. Su nombre se encuentra en el Salón de Sesiones del Congreso y está inscrita en la zona de las ‘Heroínas de la Independencia’ en la Columna de Independencia.
Gertrudis Bocanegra fue lectora de los principales autores de la Ilustración; cuando estalló la Guerra de Independencia se sumó a ella. Sirvió como correo de los insurgentes en la región de Pátzcuaro y Tacámbaro.
En la etapa de resistencia de la guerrilla insurgente, Bocanegra fue enviada a Pátzcuaro con el propósito de ayudar a la toma de la ciudad por parte de los rebeldes. Pero fue descubierta y hecha prisionera por el ejército real. Sometida a tortura para que delatara a otros participantes de la guerrilla, Bocanegra se negó siempre a dar información a los españoles. Finalmente fue enjuiciada y encontrada culpable de traición. Fue fusilada el 11 de octubre de 1817, en la plaza de San Agustín en la misma villa de Pátzcuaro.
Una de las principales conspiradoras en la época de la Independencia.
Esposa del soldado michoacano, Pedro Advíncula de la Vega, se encargó de apoyar al movimiento de Independencia en su calidad de mujer criolla y formó parte del movimiento de José María Morelos y Pavón.
Se ha reportado que fue lectora de los autores ilustrados, por lo que se unió a las fuerzas insurgentes desde el inició del movimiento. Ella fue la responsable de que se formara una red de comunicación entre las principales sedes de la rebelión.
Fue detenida en 1817, acusada de traición y fusilada en Pátzcuaro.
Leona Vicario. Se dedicó a informar a los insurgentes de todos los movimientos que ocurrían en la capital y de los movimientos del ejército contrario. También trabajaba en convencer a los pobladores para que se unieran al movimiento.
Fue conocida como la mujer fuerte de la Independencia. Como parte de la red secreta ‘Los Guadalupes’ utilizó su posición económica para financiar a los rebeldes con medicinas, armas, el envío de noticias y para darles cobijo.
De 1814 a 1815 colaboró con dos periódicos, ‘El Ilustrador Americano’ y el ‘Semanario Patriótico Americano’, ambas publicaciones insurgentes. Fue detenida en 1813 e interrogada, pero jamás delató a nadie. Dos meses después la rescataron y contrajo matrimonio con Andrés Quintana Roo, quien sirvió al movimiento y al Congreso del Chilpancingo.
Su nombre está inscrito con letras de oro en el Muro de Honor del Palacio Legislativo de San Lázaro y en el Congreso del estado de Quintana Roo, en la ciudad de Chetumal. El 25 de agosto de 1842, cuatro días antes de su fallecimiento, fue declarada Benemérita y Dulcísima Madre de la Patria.
Josefa Ortiz de Domínguez. Mejor conocida como ‘La Corregidora’ y la más reconocida. Fue una de las figuras principales en el inicio de la Independencia. Participó en la conspiración de Querétaro, siendo su casa el lugar en donde se gestó el movimiento y desde donde fue enviada a Dolores la indicación de comenzar el levantamiento.
Doña Josefa era criolla, por lo que se identificaba con las injusticias que este grupo sufría por parte de los españoles, así como con el abuso a los indígenas. Creó una sociedad para promover las ideas de la Ilustración.
Al ser descubierta la conspiración, Josefa Ortiz de Domínguez fue detenida y enviada a un convento donde cumplió una condena de tres años. Murió el 2 de marzo de 1829.
Luisa Martínez. Peleó junto a su marido peleando, hasta que en Michoacán perdieron la batalla. Ella y otros aliados fueron presos y fusilados en el cementerio del pueblo. Cuando le tocó su turno gritó con todas sus fuerzas: ¡Como mexicana tengo el derecho de defender a mi patria! Acto seguido, se desplomó abatida por las balas.