Hace un año tuvo que rifar el “vocho” que diseñó con su padre para ir a la escuela. Lo hizo con objeto de reunir los 3 mil 500 dólares que necesitaba para viajar a Houston, Texas, luego de que había sido seleccionado por la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) para participar en el “Air and Space International Program”.
Jonathan Sánchez tenía sólo 19 años de edad y compitió contra otros 45 jóvenes de diversas partes del mundo como Rusia, Francia, Japón, Estados Unidos y China. Enfrentó las propuestas diseñadas por físicos, matemáticos, biólogos, ingenieros en robótica y electrónica.
Pero no se amedrentó. El estudiante de tercer semestre de la carrera de Ingeniería Aeronáutica de la Universidad Politécnica Metropolitana de Hidalgo, presentó un proyecto para mejorar la investigación sobre Júpiter.
Allá en la NASA, los científicos dicen: ustedes desarrollen esta misión, ellos deciden si es para Marte o Júpiter y nosotros tenemos que movernos y hacer todo el modelo matemático para presentarlo, explicó.
Propuso mejorar los sistemas de propulsión y comunicación de un satélite que rondará Europa, una de las lunas de ese planeta. Para evitar la radiación solar y el daño a los huesos de los astronautas durante los viajes, planteó un proceso de electrólisis, una reacción química para producir más energía eléctrica, reacción posible luego de que Júpiter cuenta con todos los elementos químicos necesarios.
Pero no se quedó ahí. Proyectó, además, lo que podría ser una colonia en la luna de Europa que incluía “el diseño de los compuestos, el tipo de materiales a utilizar para que sean realmente resistentes a la radiación solar y cósmica, y también evitemos la descalcificación de los huesos de los astronautas”, detalló el universitario.
Además, planteó los sistemas de comunicación que se tendrían entre la colonia y la Tierra, así como los sistemas de propulsión para el lanzamiento del cohete a Júpiter. También propuso el funcionamiento de los robots que realizarían exploraciones en Júpiter o en otro planeta como Marte.
Con el proyecto, ganó el segundo lugar.
De Tultepec al infinito
Jonathan se interesó desde niño por la exploración del universo gracias a que un Día de Reyes recibió como regalo un telescopio. Desde entonces se le metió en la cabeza la idea de ser astronauta.
El joven vive en Tultepec, Estado de México, y se trasladaba a Hidalgo para asistir a la Universidad. Era la más cercana donde se imparte la carrera a la que piensa dedicarse: la Ingeniería Aeronáutica.
Para llegar a la institución debía tomar al menos tres transportes públicos, en un recorrido de más de dos horas en el que gastaba 100 pesos diarios de pasaje, para volver a casa aproximadamente a las 11 de la noche. Por ello, junto con su padre, “armó” literalmente el Volkswagen que rifó hace un año.
En este 2018 fue seleccionado por segunda ocasión para exponer un proyecto en la edición del “Air and Space International Program″. Y no sólo eso: también fue elegido para estudiar en la Universidad Estatal de Moscú. Así que su futuro inmediato se dividirá en el Kremlin y las instalaciones de la NASA en Houston.
Pese a estas oportunidades, no es ajeno a su entorno. Precisamente porque llegaba tarde a su casa, mucha veces fue testigo y hasta víctima de asaltos debido a la falta de luminarias. Pues bien, antes de emprender los proyectos que tiene en puerta, trabaja en el desarrollo de un sistema de drones que permitan monitorear la seguridad de su municipio.
Y aunque tiene las puertas abiertas para desarrollarse en el extranjero, asegura que regresará a México: “Si algún día se me presenta la oportunidad, sí saldré a otro país pero quiero volver para trabajar aquí y traer lo que no tenemos: más tecnología. París es una de las naciones a las que me gustaría viajar porque ahí hay mucho estudio de la aeronáutica. Para mi posgrado, espero lograrlo”.
Aunque tiene un pie en el espacio, Jonathan Sánchez no pierde el piso y ofrece conferencias a estudiantes de primaria y secundaria. “El punto es promover el desarrollo en nuestro país. Como mexicanos podemos hacer muchas cosas. Me doy por bien servido al motivar a la juventud aquí en México y de verdad enseñarle que si tú confías en ti y tienes una gran inquietud, nadie te va a detener y puedes cumplir esos sueños que tienes en mente“, finalizó.
Esta es la fascinante historia de Jonathan y las lunas de Júpiter.