NTX / Río de Janeiro. La Corte Suprema de Brasil inició hoy una serie de consultas con expertos, doctores y religiosos antes de analizar si despenaliza el aborto hasta la duodécima semana, actualmente penado en el país con hasta tres años de cárcel salvo en contadas excepciones.
En marzo de 2017 el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) y el Instituto de Bioética de Brasil presentaron a la Corte una petición para que se pronunciara sobre si el Código Penal, de 1940 y en el que consta la criminalización del aborto, se sobrepone a la Constitución, de 1988.
Se trata de una tentativa de obtener una despenalización del aborto por vía judicial, después de que, durante años, los políticos evitaran el asunto, ante la indicación de que, en el país con mayor número de católicos del planeta, la mayoría de la sociedad está en contra de legalizarlo.
Sin embargo, sí se realizan abortos en Brasil de forma clandestina, lo que genera no pocas complicaciones a millares de mujeres que, ante el temor de ser procesadas, recurren a tratamientos médicos importados o se someten incluso a operaciones.
Datos presentados este viernes, primer día de audiencias que continuará el próximo lunes, señalan que, pese a la prohibición, una de cada cinco brasileñas abortó, mientras anualmente 203 mujeres fallecen y otras 250 mil son hospitalizadas por complicaciones en operaciones clandestinas.
El aborto es ilegal en Brasil excepto en casos extremos como violación o si se pone en peligro la vida de la madre, pero ello no evita que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se lleven a cabo en torno a un millón de abortos en Brasil.
La interrupción del embarazo en clínicas clandestinas es la quinta causa de muerte materna en el país, pero las encuestas de opinión señalan que en torno al 65 por ciento de los brasileños se opone a la legalización del aborto.