El Mundial Rusia 2018, encuentro cumbre del considerado “juego del hombre”, ha sacado a relucir los vestigios de una cultura machista fuertemente arraigada en las sociedades latinas en diversas situaciones extracancha que se han presentado, y que involucran a aficionados de Brasil, Colombia y Argentina, entre otros países. A pesar de que todos han causado indignación, sólo uno ha sido fuertemente sancionado.
Brasileños hicieron cantar frases ofensivas a mujeres rusas quienes, sin saberlo, sonreían ante la cámara. The Independent, Daily Mail y Washington Post criticaron fuertemente el video donde siete hombres rodean a una rusa y “la incitan a decir una palabra ofensiva para la anatomía femenina”. Según los medios que cubrieron la información, algunos de los protagonistas del video enfrentarán consecuencias, como despidos de sus fuentes laborales. Aunque algunos de los protagonistas trataron de bajar la intensidad de la polémica, alegando que se “hace una tormenta de agua y les están destruyendo la vida”.
En otro video grabado por un visitante de Colombia, se instaba a una aficionada de Japón que no habla español a repetir frases denigrantes tras el partido que enfrentó a los dos países en el Mundial. El hecho desató fuerte indignación en el país sudamericano. A raíz de esto, Guillermo Morales, autor del video, intentó también minimizar su acción. “Soy una persona de buena fe, no tengo antecedentes de nada”, dijo en otro video y en entrevistas. “Fue una broma entre amigos (…) que no trascienda más, pues hay eventos más importantes en el país”.
El ejemplo más sonado fue el de un hincha argentino, expulsado de la justa mundialista a solicitud de su propio gobierno, al cometer una agresión similar a las anteriormentes narradas, pero con una adolescente rusa. El video, también viralizado, provocó la indignación en el país donde han surgido grandes movimientos feministas a últimas fechas. A petición del gobierno argentino, se le prohibió al aficionado asistir como espectador a cualquier partido.
“Pedimos a las autoridades rusas que a esta persona, por procaz, por deshonesto, por indecente, le sea retirada la posibilidad de ingresar a los estadios de futbol durante el Mundial”, dijo el director nacional de seguridad en eventos futbolísticos, Guillermo Madero, según reportaron medios del país sudamericano. Así, la policía rusa le retiró el Fan ID, el documento obligatorio que deben presentar los espectadores para ingresar.
Definitivamente, hemos avanzado. La sociedad, una gran mayoría, expresó su repudio ante estos eventos. No obstante, el hecho que la violencia de género pueda seguir siendo considerada como una broma por un sector de la sociedad, solo indica que a la batalla por la igualdad le resta un largo camino. El que se entienda que nuestra sexualidad y nuestros cuerpos no son un chiste. Que no somos cosificables ni válvulas de escape ante el enojo contra los rivales.
Y no, defender nuestra dignidad no es hacer una tormenta en un vaso de agua. Es parar el alud de violencia de la que somos víctimas. Hay que seguir levantando la voz hasta que la violencia no sea el juego del hombre.
Desde el fondo del Arcón
La semana pasada se difundió una declaración de Irma Sandoval, propuesta por Andrés Manuel López Obrador como secretaria de la Función Pública si gana la elección, en la que dice: “Nosotros queremos mujeres científicas, empresarias, líderes, no mujeres que ganen menos, no tortilleras, no personas que estén ganando siempre menos”.
La pregunta obligada es: ¿existimos mujeres de primera y de segunda? Al parecer, para ella sí. Tal vez por eso su esposo es doble doctor.
