Tras el último debate celebrado esta semana entre los candidatos a la Presidencia, escuché –o leí– a varias personas decir que están francamente hartas del tema electoral y decididas a “darle la vuelta” a esa página para volcarse en la del Mundial de Rusia 2018.
Sé que no lo dicen por creer que “este arroz ya se coció”, sino porque están aburridas del “pan con lo mismo” de las campañas.
También yo necesito desintoxicarme de las grillas políticas y apasionarme por algo banal, tener un distractor que me ayude a llegar al 1 de julio.
Este domingo 17 nuestra selección jugará su primer partido en Rusia, y va contra el actual campeón mundial. También ese día los mexicanos celebramos el Día del Padre.
La verdad es que no soy afecta al futbol, pero la persona que amo sí lo es. También es un súper papá. Mis propios padres le llaman el “Papá mil”.
Pensando en cómo consentirlo y festejarlo con unas botanas diferentes mientras disfruta el partido, recordé unas recetas germanas de mi libro La cocina austriaca que aún no he preparado, pero que serían un verdadero gol para la ocasión.
Todos los pronósticos indican que NO ganaremos el partido ante Alemania; pero, ¿qué tal si no lo tomamos tan a pecho –como la elección presidencial– y botaneamos a la germana?
Ensalada de pepinos (Gurkensalat)
Ingredientes:
1 pepino
125 ml. de crema ácida
2 cucharadas soperas de vinagre
2 dientes de ajo
Azúcar, pimienta y sal.
Cortar el pepino en rodajas finas. Salar y añadir el ajo machacado. Reposar media hora. Mezclar la crema, el vinagre y la pimienta con pizca de azúcar.
Verter la mezcla sobre pepinos. Servir
Queso de patatas (Kartoffelkase)
Ingredientes:
400 gr. de papas
250 ml. de crema ácida
80 gr. de crema de leche (crema para batir Lyncott)
100 gr. de cebolla finamente picada
Comino, perejil, sal y pimienta.
Lavar, pelar y cocer las papas, Pasar por el pasapurés. Mezclar con cremas y cebolla. Pasar a cuenco y adornar con perejil picado. Servir sobre pan negro.