martes 03 diciembre, 2024
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COLUMNA INVITADA

«CEREBRO 40»: “Si no quiere que se sepa, no lo publique”

El tema de la semana, las cuentas de 50 millones de usuarios de Facebook fueron de alguna manera intervenidas en su “privacidad” para recibir propaganda política personalizada según su perfil a favor del candidato Republicano Donald Trump.

Cinco días se tardó Mark Zuckerberg, dueño, fundador y presidente de la empresa Facebook en dar una declaración, las acciones de la empresa mostraron una caída considerable pues los usuarios de esta se muestran indignados por no haber sido respetados sus datos ni el uso de su “privacidad”.

Como usuaria que soy asidua y consistente a esta red social, nunca ni al principio se me ocurrió la idea de que mis datos estuvieran completamente a salvo ni de que hubiera privacidad sobre los contenidos que yo comparto, es más me parece de lo más inocente que alguien crea que las fotos que sube o los comentarios y la información sobre su vida no pueda llegar a manos de otro tipo de intereses.

¿Cómo puede alguien confiar en algo que no creó por si mismo? Si Facebook o cualquier red social existe es porque hay millones de personas trabajando detrás de la pantalla y con mentes mucho más preparadas y conocimientos operativos que cualquier usuario normal.

Con intereses que nada tiene que ver con nuestras preferencias en el fútbol, ¿cómo va a pensar que un programador entrenado por los mismos creadores no es capaz de obtener todos los datos que usted comparta aun cuando usted cándidamente crea que le está poniendo todos los candados y filtros habidos y por haber? Y ni siquiera es de manera clandestina, cada que nos subimos al tren de compartir algún enlace o juego sobre cómo nos veríamos si fuéramos del sexo opuesto, o a qué artista nos parecemos, los creadores de la encuesta que no sabemos ni quiénes son ni de dónde viene nos piden autorización consciente para acceder a nuestro contenido, y es tal nuestra curiosidad por saber a qué artista nos parecemos o de qué nacionalidad tenemos rasgos que gustosos damos nuestro consentimiento.

No entiendo yo la verdad de dónde viene tanta indignación, Facebook y las otras redes sociales son eso, redes sociales, es lo que hay ahora y uno de los métodos que usamos para relacionarnos con el mundo, tan poco fiable como una reunión de señoras tomando café o un grupo de amigos jugando dominó en una cantina, como los “chismógrafos” que estaban de moda algunos años y que pasaban por manos de todos, y siempre acababan en la oficina del director.

Nos encanta el chisme y nos encanta también darnos a conocer, crear y mostrar una imagen personal para el resto de nuestros contactos, enriquecerla con fotos y contenido que hable de nuestros gustos y hábitos, ¿porque no iba a usar una compañía de mercadotecnia como Cambridge Analytica está información que tan alegremente compartimos?

De igual manera que cuando compartimos nuestras vivencias en algún club o comunidad las redes sociales sirven a las compañías para sesgar los mercados y esta no es la primera vez, me parece bastante absurdo que la gente se sorprenda y no haya observado antes que le llega información y propaganda específica al perfil que ha diseñado, a veces es hasta gracioso, yo me doy cuenta todo el tiempo, si por ejemplo cotizo un vuelo en alguna aerolínea durante los siguientes meses me estarán llegando anuncios sobre vuelos y destinos parecidos, si resulta que tengo familiares o amistades de alguna nacionalidad en particular me llegan todo el tiempo cursos de ese idioma y oportunidades para viajar o ir de intercambio, y como este podría mencionarles cientos de casos solo en mi experiencia.

Fuera de las redes es exactamente lo mismo, no se va a usar la misma propaganda política en comunidades rurales que en ciudades con gran número de habitantes, ni en las universidades que en los clubs de golf, cada comunidad tiene su perfil y la mercadotecnia de eso se encarga, de diferenciarlo para ser más certera en sus mensajes.

En las elecciones del 2006 cuando Facebook no había llegado a México los rumores se esparcían por televisión, en revistas, por radio y de boca en boca. Las mismas personas que ahorita comparten las fotos del supuesto Lamborghini del hijo de Andrés Manuel López Obrador son las que en el 2006 aseguraban con pleno conocimiento de causa que si ganaba te iba a meter a un pobre a vivir a tu casa, la famosa frase “Del Peligro para México” no necesitó redes sociales para llegar al target perfecto.

En realidad, yo pienso que nosotros escuchamos, vemos y creemos lo que queremos escuchar, ver y creer, por más que nos demuestren con datos reales sobre las falsedades de cientos de noticias si queremos seguir creyendo que son reales así será, saldrá otra nueva foto con alguna denuncia para compartir y sin tomarnos ni un minuto para verificar su procedencia allí estaremos asegurándolo ciegamente por muy absurda que sea. ¿Por qué? Porque nos identifica y el voto de eso se trata.

La publicidad de Donald Trump cayó como anillo al dedo en el espacio preciso a la gente con este tipo de perfil y pensamiento, por muchas fotos y emblemas que le hubiesen llegado a una persona con una ideología diferente jamás hubieran podido cambiar su opinión, porque una persona que quiere enterarse siempre busca más, y alguien que siente fobia hacia algún tipo de situación, llámese raza, ideología o estrato social buscará todos los pretextos para encontrar la piedra en el arroz, al final el voto de cada quien es algo único e intransferible y lamentablemente muy poco razonado, movido la mayoría de las veces por miedos y fobias.

No creo que haga más falta que intervengan nuestras cuentas con propaganda tramposa de tal o cual candidato, con la publicidad que nosotros mismos le damos tanto en redes como personalmente es más que suficiente creo yo, y la prueba es que hacemos más caso a fotos claramente traqueadas y de procedencia desconocida que a pruebas sobre falsas acusaciones por muy bien sustentadas que sean estas.

El único razonamiento inteligente que podemos tener es el mismo de toda la vida: Si no quiere que se sepa, no lo cuente, si no quiere ser vigilado y controlado no se exponga y mantenga su vida privada como eso, como privada.

Ya de recomendar verificar fuentes y todo eso, me parece demasiado pedir.

 

 

 


Bárbara Lejtik. Licenciada en Ciencias de la Comunicación, queretana naturalizada en Coyoacán. Me gusta expresar mis puntos de vista desde mi posición como mujer, empresaria, madre y ciudadana de a pie. @barlejtik

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