En el movimiento feminista, hay mujeres indispensables. Las hay en todas las organizaciones comprometidas con la igualdad y están en todos los partidos.
La senadora Diva Gastélum es una de ellas. Su liderazgo y terquedad resultaron definitorios para hacer realidad compromisos de discurso y papel.
Mujer que cimbra la tribuna cuando toma la palabra, de mirada punzante, vehemente en la defensa del gobierno actual y de su partido, esta priista tiene sin embargo la peculiaridad de no tragar sapos cuando se trata de sacar adelante su causa.
En lo personal, he escuchado ya en varias ocasiones, en voz de hombres y mujeres, que es la senadora Diva quién metió al presidente Enrique Peña en problemas al convencerlo de concretar la Ley de Paridad, por todo el tinglado parlamentario e institucional que ésta implicó.
Le comento de esa culpabilidad que se le atribuye en las mesas de políticos y ella sonríe como asumiendo el golpe y la carga de unas batallas no siempre exitosas.
Este jueves 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer, nuestra controvertida feminista será Diva entre las divas, en una celebración que reunirá en el Senado a legisladoras que ahí ocuparon un escaño.
En la historia del Congreso mexicano, han sido 208 las senadoras, titulares y suplentes. Esta noche, muchas de ellas, acudirán a la casona de Xicoténcatl, donde sus retratos serán desplegados, en memoria de la participación femenina en nuestro poder legislativo.
En la recopilación de esa memoria Diva ha sido incansable, así como en el reconocimiento de las mujeres que han construido la equidad y que el Senado premia con la presea Elvira Carillo Puerto.
Como feminista y militante del PRI, Diva celebra que sea María Elena Chapa quien ahora recibirá el galardón.
“La Chapa se la tiene muy muy merecida… Es una matriarca. Nadie le puede regatear la lucha que ha dado, la permanencia y el compromiso”,señala.
Se enorgullece de quienes en la actual legislatura recibieron esta presea: Marcela Lagarde, Carmen Moreno, Rosario Marín, Gloria Ramírez. “No ha tenido desperdicio, ha sido una buena entrega”.
Pero la jornada en el Senado para conmemorar el 8 de Marzo incluye además la confirmación de otras iniciativas impulsadas por las legisladoras feministas que, como Diva, nunca quitan el dedo del renglón.
Es el caso de la Declaratoria “Tolerancia Cero”, un protocolo destinado a inhibir y sancionar cualquier forma de violencia laboral en esa Cámara, donde se documentaron casos de acoso y hostigamiento.
Diva lamenta que aún no se avanzó lo suficiente en el problema del acoso callejero
Y lamenta el regateo en el terreno de la política cuando se trata de ejercer el poder de manera personal. “Tenemos una sola gobernadora y una sola candidata que es Gina Trujillo en Tabasco. Y Ana Lilia Herrera es la primera presidenta de la Junta de Coordinación Política en este Senado”, enumera la priista.
Habla de la resistencia del sector empresarial para sacar adelante una iniciativa que propone que al menos el 20 % de la representación en ese ámbito recaiga en mujeres.
Y nos cuenta del duelo que ha significado separarse de colaboradoras que consideró en su momento infaltables para el día con día de su trabajo, pero que para fortuna de ambas tomaron su propio camino.
“Tienes que reconocer y parir líderes. Una líder no es para crear mandaderos ni carga bolsas. Nuestras mujeres tienen volar. Y tenemos que quitarnos ese egoísmo”, reflexiona.
Le pregunto si se ha transmitido con suficiencia a las nuevas generaciones de políticas la lucha que hay detrás de la paridad, un término que apenas se asumió en este sexenio a través de una iniciativa presidencial de ley que ella personalmente empujó.
“No somos un número. Tenemos que contar la historia que hemos vivido. Yo me ocupé de saber quién era Elvira Carrillo Puerto, esa mujer que hablaba de amor libre cuando era una herejía, y lo sigue siendo. Y hablaba de derechos políticos incumplidos y hoy sigue siendo la misma cosa.
“Y en la política, perdón, han llegado a rellenar… Y las jóvenes están llamadas a ser victoriosas, dueñas del momento que viven, con muchas dificultades, como las vivimos nosotras, pasando por Las Juanitas, y hasta alcanzar ahora la paridad”.
“Ahora ellas ya están en la mesa de negociación. Ellas tienen que generar una nueva etapa porque la herencia es buena: hay alerta de género, centros de justicia, políticas públicas pensadas para mujeres, el Cuarto Rosa, la paridad en las listas…”.
Un pendiente, enorme, sin embargo, ensombrece este Día Internacional de la Mujer. Y Diva no oculta la pesadumbre.
“Seguimos luchando por el tema de violencia política y es que Cámara de Diputados nos regresó un documento y nos dicen que no da…”, revela.
Esto en términos simples significa que hay un no rotundo a un aspecto sustancial de la propuesta. Y Diva aclara que sabe que las diputadas lucharon por sacar adelante la ley.
Cuenta que durante cuatro años se trabajó con representantes de la Suprema Corte, el Tribunal Electoral, el INE, la PGR, la Fepade y comisiones diversas, para sacar adelante los cambios legislativos que prevengan, eviten y sancionen la violencia política hacia las mujeres.
Y no oculta su desencanto y frustración ante la realidad: las trabas persisten y los pretextos continúan, incluidos aquellos burocráticos de que ahora son otros los responsables en las instituciones donde se asumió algún compromiso.
Con enojo, recuerda los alegatos de quienes consideran que el feminicidio no debería existir como término porque entonces también se necesita reconocer “el varonicidio”.
“Y te das cuenta de la ignorancia en la que andamos. Porque el crimen de odio tiene una característica especial, que es como el del racismo, es un crimen por el solo hecho de ser mujer…”, señala.
¿Cuál es el problema?, le pregunto, ¿Dónde está la traba?
“Les molesta mucho la definición de violencia política. Pero es como si al agua le dices agua y te piden que no digas que se trata de un líquido, que no digas que es transparente…”
Este tropiezo preocupa a la senadora Diva porque retrasa la actualización del marco legislativo que incluye elecciones, partidos, medios de impugnación y todo lo referente a delitos electorales.
Pero sobre todo, porque la violencia política es una tragedia vigente, cuyas víctimas de los últimos días fueron las candidatas a diputados locales Dulce Anayeli Rebaja Pedro del PRI y Antonieta Jaimes Moctezuma del PRD en Guerrero.
“¿Es delito o no es delito que hayan asesinado en una sola semana a dos candidatas de Chilapa del distrito 25, casualmente, las dos. Una del PRI y una del PRD. ¡Que investiguen por qué las mataron! Nosotras ya tenemos una pista¡”..
Diva confía en que la legislación correspondiente saldrá adelante y que al menos se reconocerá la necesidad de ésta y que se le nombre como tal: una ley contra la violencia política hacia las mujeres.
Sin embargo hoy, ese pendiente nubla este 8 de Marzo.