Durante el periodo llamado de intercampañas, que inicia este lunes 12 de febrero y hasta el 30 de marzo, los aún precandidatos a la Presidencia de la República podrán realizar todas sus actividades a excepción de llamar al voto. Si se siente estresado, es culpa de las campañas: nos enferman visual y auditivamente.
¿Cumplirán con esta disposición del INE los tres principales contendientes: José Antonio Meade, Ricardo Anaya Cortés y Andrés Manuel López Obrador?
Para fortuna de los mexicanos, durante las cuatro semanas y media que durará la intercampaña, ninguno de los candidatos a suceder a Enrique Peña en el ejecutivo federal podrá aparecer en spots televisivos ni radiofónicos, mucho menos pedir el voto en su favor. Tendremos un descanso para tranquilizar la mente y no enfermarnos de ver y escuchar tantas promesas que sólo oímos en esta época electoral.
Este periodo de descanso para los ciudadanos que hemos visto precampañas de guerra sucia, ataques verbales y de violencia física que ha culminado en más de diez homicidios de candidatos a algún puesto de elección popular, sobre todo del PRD, permitirá reflexionar a los millones de votantes sobre qué y a quién queremos para dirigir el destino de este país durante los próximos seis años. ¡Aún nada está definido!
Los candidatos presidenciales deberán restringirse en algunas actividades para evitar incurrir en actos anticipados de campaña, mas no se les prohíbe realizar eventos masivos donde, únicamente, podrán exponer al electorado sus propuestas para mejorar las condiciones de vida de millones de mexicanos que, en especial, viven con miedo ante el incremento de la violencia y el crimen organizado.
Tendrán, también, la posibilidad de aparecer en redes sociales, dar entrevistas a medios impresos y electrónicos con el propósito de presentar propuestas, pero nunca llamar al voto o referirse a las encuestas que, en lugar de abonar a la tranquilidad, confunden y manipulan a los ciudadanos indecisos.
Los sondeos difundidos en medios nacionales y en redes sociales se contradicen, sobre todo en lo que hace al segundo lugar en las preferencias electorales. Algunos colocan a José Antonio Meade como el que peleará a Andrés Manuel López Obrador la Presidencia y otros aseguran que será Ricardo Anaya.
La contaminación visual en propaganda de los aspirantes a la primera magistratura del país es grave: la vemos sobre fachadas de todo tipo de construcciones, calles, puentes, espectaculares y, por si fuera poco, en los miles y miles de spots que nos recetan sin misericordia en la televisión.
Los ataques entre unos y otros candidatos los escuchamos en la radio sin ponerse a pensar que generan inconformidad, violencia y estrés, que nos enferman emocionalmente.
Esperemos que durante este mes y medio de intercampaña los abanderados a la Presidencia de la República analicen su estrategia para ganarle a su opositor y que no sea a base de humillar, denigrar o difamar al otro.
La violencia se respira todos los días: no se vale que los aspirantes a gobernarnos también la alienten con sus balandronadas y provocaciones.
Elena Chávez. Estudió periodismo en la universidad Carlos Septién García. Ha escrito los libros “Ángeles Abandonados” y “Elisa, el diagnóstico final”. Reportera en diversos diarios como Excélsior, Ovaciones, UnomásUno; cubrió diferentes fuentes de información. Servidora Pública en el Gobierno del Distrito Federal y Diputada Constituyente externa por el PRD.