Una de las panistas más críticas de Andrés Manuel López Obrador, Gabriela Cuevas Barrón renuncia a su militancia para adherirse al movimiento del candidato presidencial de MORENA, dejando de lado su ideología que tanto presumió. ¿Quién le cree?
La actitud de la senadora, ahora independiente, es muestra de que por encima de los valores morales y políticos está el oportunismo y la supervivencia dentro de una clase política que decepciona cada vez más al electorado.
Nadie olvida que la ex panista entró al juego sucio orquestado en 2005 por el entonces presidente del PAN, Vicente Fox, para desaforar a López Obrador, quien era el Jefe de Gobierno del Distrito Federal. Cuevas y su compañero de partido, Jorge Lara, pagaron una fianza de dos mil pesos para que el tabasqueño enfrentará el desafuero en libertad, aduciendo que permitirle entrar a la cárcel lo victimizaría frente a la población.
A partir de ese año Cuevas Barrón se opuso de manera contundente a todo lo que beneficiara al abanderado presidencial morenista e, incluso, insultaba a los diputados locales del PRD, partido en el que militaba López Obrador, llamándolos “pejistas”.
En diversas colaboraciones en el periódico El Universal, la legisladora subrayó que “yo sí sé quién es López Obrador”, donde lo acusa de manipular para su beneficio personal y político el programa de adulto mayores y de oponerse a que el Seguro Popular y Oportunidades, programas sociales federales, se instituyeran en la Ciudad de México.
¿Cómo creer que de la noche a la mañana una panista radical se convierta en amorosa seguidora del candidato presidencial de Morena?
El pragmatismo en época electoral está por encima de todo: se matan ideologías por seguir viviendo del erario público, por mantener el poder y en ese tenor está Gabriela Cuevas Barrón.
Habría que preguntarle a la senadora si a partir de hoy aprueba el aborto, las relaciones lésbico-gay, matrimonios igualitarios y demás derechos humanos que rechazó como legisladora. ¡El pasado siempre regresa!
Elena Chávez. Estudió periodismo en la universidad Carlos Septién García. Ha escrito los libros “Ángeles Abandonados” y “Elisa, el diagnóstico final”. Reportera en diversos diarios como Excélsior, Ovaciones, UnomásUno; cubrió diferentes fuentes de información. Servidora Pública en el Gobierno del Distrito Federal y Diputada Constituyente externa por el PRD.