Redacción / De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el 2016 presentó Guerrero la cifra más elevada de feminicidios en las casi últimas tres décadas, al registrar 248 mujeres asesinadas.
Además, los datos del Inegi revelaron que la tasa de homicidios contra las guerrerenses fue de 13.4 víctimas por cada cien mil féminas. Asimismo, 58 de cada cien mujeres de 15 años y más, residentes en la entidad, ha experimentado al menos un acto de violencia de cualquier tipo.
Ya sea emocional, física, sexual, económica, patrimonial o discriminación laboral, ejercida por diferentes agresores como la pareja, algún familiar, compañero de escuela o del trabajo, alguna autoridad escolar o laboral o bien por amigos, vecinos o desconocidos, es lo que viven las mujeres en guerrerenses.
A mediados de año, la Secretaría de Gobernación (Segob), a través de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), emitió la de Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) en ocho municipios del estado de Guerrero.
Acapulco de Juárez, Ayutla de los Libres, Chilpancingo de los Bravo, Coyuca de Catalán, Iguala de la Independencia, José Azueta, Ometepec y Tlapa de Comonfort, fueron los ayuntamientos donde se activó la Alerta por Violencia de Género, sin embargo, en más jurisdicciones de la entidad presentaron agresiones contra las mujeres.
Tlachoachistlahuaca, Chilapa, Acapulco, Ayutla y Florencio Villa Real, son los otros municipios en donde la seguridad hacia las mujeres se ha visto nula ante feminicidios presentados a lo largo del año.
Según datos de la Alianza de Mujeres por una Maternidad Libre y Segura, en Guerrero cada año más de 120 mujeres son asesinadas, cantidad que coloca a la entidad dentro de los estados con mayor número de feminicidios.
La presidenta de la Alianza, María Luisa Garfias Marín, puntualizó que el estado ocupa también los primeros lugares en el país con respecto al tema de casos de violaciones hacia mujeres, no obstante las autoridades de justicia han minimizado los hechos para poder asegurar que estos actos van a la baja.
“En la entidad, hay más de mil 700 casos de violaciones al año de los cuales las autoridades solamente reconocen 380, dando a conocer que la violencia sexual ha disminuido, lo cual no es cierto”, precisó Luisa Garfias.
Explicó que en muchos de los casos, las mujeres que acuden a denunciar, son amenazadas por sus violadores y tienen que repetir muchas veces el acto sucedido, lo cual les incomoda y prefieren abandonar la demanda para no seguirse exponiendo.