El mediodía del lunes 20 de noviembre, los dirigentes del PAN, Ricardo Anaya; del PRD, Alejandra Barrales y de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado entregaron al INE los resolutivos de sus Consejos Nacionales para conformar el Frente Ciudadano por México.
Aún falta que determinen el método, algo que tienen programado hacer antes del 15 de diciembre pero que tiene a muchos bombardeando a los presidentes de los partidos con la exigencia de que determinen ya el cómo elegirá al candidato frentista.
Los misiles los disparan desde Los Pinos y desde Morena por igual. En ambas trincheras saben que si los tres partidos logran pasar la prueba del método, el Frente será un contendiente serio en la elección del 18.
Las minas que pretenden derrumbar al Frente son puestas por quienes están metidos en los tres partidos firmantes del pacto. Por un lado, los senadores panistas que se autodenominan “rebeldes” se han comportado sumisos a las estrategias político – electorales del PRI-Gobierno.
Su postura en torno al ex fiscal electoral, Santiago Nieto daba visos de por dónde iban los calderonistas. Quedó claro, cuando apoyaron la convocatoria para designar al nuevo fiscal: siguieron la instrucción de su coordinador de facto, Emilio Gamboa y apoyaron que el nuevo fiscal pueda ser alguien que militó o milita en algún partido político.
Además, la guerra del calderonismo en contra de Anaya sigue.
En el PRD es el propio Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, el que exige que no haya dedazo en la designación del candidato presidencial del Frente. ¿Dedazo de quién? ¿De la tercia Barrales, Anaya, Delgado? Tal vez lo que teme Mancera es que las dirigencias lo avasallen y lo dejen fuera de la contienda.
Pero no sólo es Mancera, los grupos pro PRI dentro del PRD siguen en la intención de minar al Frente. Héctor Bautista y su ADN, hoy la corriente mayoritaria en el PRD, busca una implosión hacia el interior de ese partido. No es nuevo lo que hace Bautista, en el estado de México ha sido un eficaz operador del PRI para impedir en dos elecciones para gobernador, la coalición con el PAN.
Las descalificaciones de Andrés Manuel López Obrador, cuando llama promiscua a la asociación de panistas y perredistas van a tono con el crecimiento en las encuestas del Frente. De ese lado poco podrían decir pues las alianzas de Morena con personajes como Barttlel, Napito o Higinio Martínez no están lejos de lo que la alta dirigencia de Morena ve en la liga PAN-PRD.
Parece que sí, que el Frente va, que va firme y que será actor en la contienda presidencial del 2018.
Si no fuera así, ni Peña Nieto ni López Obrador se ocuparían de ellos.