México recuerda a sus difuntos.
Este texto tiene como título ¿Quiénes engañan a nuestros muertos?, aunque bien pudiera ser ¿Quiénes se pasan o se pasaron de vivos?, luego que durante cientos de años México recuerda a sus difuntos, los días 1 y 2 de noviembre visitando los panteones, llevando flores, arreglando las tumbas; colocando en las casas ofrendas, altares y compartiendo con familiares y amigos los alimentos de la ofrenda levantada.
De acuerdo con la versión oficial, por decirlo de algún modo, la celebración del Día de Muertos en nuestro país tiene su origen en la época prehispánica, cuando los indígenas rendían culto a la muerte a la que concebían como una entidad de vida, parte del ciclo de la naturaleza. Pero en opinión de la Dra. Elsa Malvido, de la Dirección de Estudios Históricos del INAH, dicha apreciación es incorrecta y asegura que el festejo se inicia en la Europa Medieval, particularmente con los jesuitas.
En el esqueleto de un altar de muertos están los siguientes elementos: a)Arco (representa al mundo de los muertos y está adornado con flores y frutos),b)Simbología religiosa (está conformada por cruces, figuras y estatuillas de santos, vírgenes y ángeles),c)Fotografía (se acostumbra colocar una imagen del difunt@ en la parte central),d)Objetos personales (se colocan pertenencias del occis@ muy queridos),e)Alimentos (aquellos del agrado del difunt@),f)Aromas (copal, cempasúchil, laurel, tomillo y romero…). Versos que generalmente riman y que parodian a personajes de la política, el arte, la ciencia, la vida misma, etc. son, también parte de la tradición.
LA VIDA Y LA MUERTE
Tanto se nos da en llamar
que bien se puede decir
la muerte tarda en llegar
lo que un suspiro en salir
ENRIQUE PEÑA NIETO
Ni Atlacomulco lo siente
murió por comer huilota
¡qué tarugo Presidente!
Lo envenenó su Gaviota
Según la Dra. Malvido, el altar y la creencia de que los parientes visitan el hogar y traen juguetes para los niños, provienen de una antigua tradición romana. Afirma en las investigaciones realizadas en el Congreso “Así estudiamos la muerte hoy”, antecedente directo de su Taller de Estudios sobre la Muerte, la leyenda prehispánica del Día de Muertos es una invención de algunos intelectuales de los años 30.
No obstante delinear un camino de cempasúchil, colocar comida en la ofrenda, adornar con papel picado, calaveras, flores y otros motivos tradicionales como ingerir dulces de azúcar o pan en forma de cráneo o muerto, respectivamente, que nos remiten a la cultura prehispánica, son costumbres católicas y profundamente jesuitas, incluso de raigambre romana, insiste Elsa Malvido y añade en su informe “Pero de ninguna manera, como se nos quiere hacer creer, representan resabios de la cultura indígena mexicana”.
El caso es que las flores de cempasúchil inundan México desde fines de octubre y hasta después del 2 de noviembre, pero hay algunos lugares donde esta celebración no debe perderse. Michoacán es el estado que tiene más arraigada esta tradición. Aquí los pueblos purépechas que rodean el lago de Pátzcuaro y la isla de Janitzio realizan el ritual de la velación. En el pueblo la festividad la festividad se siente con fervor en casas y calles.
En Huaquechula, Puebla, son famosos los altares que se instalan con un colorido predominantemente blanco. Además de éstos, llama la atención el singular ritual que comienza en el poblado, a las 2 de la tarde del 1 de noviembre, cuando suenan las campanas del templo que anuncian la llegada de quienes pasaron a mejor vida. Xantolo es el nombre del festejo en San Luis Potosí, el más importante de la parte oriental del estado porque representa la reunión de los vivos con los antepasados.
DAMA CARMONA
La tierra empezó a temblar
y no pudo dar un sólo paso
¿y ese bonito lunar?
la flaca de dio el abrazo
DONALD TRUMP
Con su cara de marrano
se tetemó por gandalla
no alcanzó a poner la mano
en su mentada muralla
Por su parte, la Ciudad de México se llena de colorido esta temporada desde Paseo de la Reforma hasta los diversos museos donde se colocan interesantes actividades, como es el caso del Museo Nacional de Culturas Populares, que desde los últimos días de octubre y hasta el 5 de noviembre presenta diversos espectáculos alusivos a estas fiestas.
Otro buen sitio para disfrutar el Día de Muertos es el Barrio Mágico de Mixquic, en Tláhuac, donde el escenario principal es el panteón de San Andrés. Está, también, en la capital la Mega Ofrenda de Ciudad Universitaria, en la UNAM; de igual manera, el Museo Dolores Olmedo, en Xochimilco, que desde hace más de 20 años exhibe espléndidos altares dedicados al trabajo artesanal mexicano.
LAS MUCHACHAS DE MUJER ES MÁS
En jolgorio colosal
la parca las sorprendió
hoy yacen en un costal
mi tinta se evaporó
Al referirse al altar de muertos la investigadora del INAH enfatiza: “Seguir pensando que es una tradición de origen prehispánico significa que no entendimos nada, puesto que es profundamente romano”, luego señala que este fenómeno se halla en todo el mundo europeo y que en estas fechas las dulcerías venden calaveras y panes en forma de hueso. “En Venezuela he visto el Altar de los Santos en la Universidad de Carabobo, una mesa gigante de santos pintados, en escultura, en papel, cartón, cerámica, incluso algunos no reconocidos por la Iglesia Católica, si no provenientes de creencias populares”, reitera.
¿Quién tiene la razón? No lo sabemos. Quién se pasó o se haya querido pasar de vivo ya tiene asegurada una condena: en cualquier chico rato un inocente difuntito le va a jalar la pata, si no es que ya se la jaló.
Cut Domínguez . Periodista cultural. Ha dirigido espacios como la jefatura de Prensa de Difusión Cultural de la UNAM; coordinador de Prensa en la Ciudad de México del Festival Internacional Cervantino; Subdirector de Difusión del Polyforum Cultural Siqueiros; Jefe de Prensa de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes. Asimismo, ha sido colaborador de diarios y revistas nacionales.