La cadena Imagen Televisión trajo a México la exitosa y espléndida serie turca “El Sultán” que se transmite diariamente en horario nocturno estelar, cadena que cumple este 17 de octubre un año de transmisiones.
La serie histórica narra la vida de El Sultán Solimán (Suleymán) “El Magnífico”, quien gobernó el Imperio Otomano entre 1520 y 1566, siglo XVI, y conquistó Europa, se dice que llevó al Imperio Otomano a su máximo esplendor, paralelamente con la narración de sucesos históricos de la vida de “El Sultán” la trama se enfoca en la relación amorosa con su esposa Hürrem quien llegó al harem del sultán como esclava, y se convirtió en una poderosa cónyuge, por su gran ambición de poder.
A pesar de los siglos de distancia que pudiera haber entre la historia de “El Sultán” y la historia de México, y las pocas similitudes que se creyera podrían existir, muchas situaciones que se registran en el imperio otomano de la época de “El Magnífico”, nos acercan a lo que sucede hoy en nuestra realidad.
La lucha de poder entre los miembros de la familia otomana hoy la vemos en la familia política mexicana, indistintamente del color, tricolores, amarillos, azules, morenos, verdes, etc., la familia tricolor que durante casi un siglo ha designado o negociado a sus herederos en el poder, (Dicen, incluidos los dos albiazaules) hoy tiene ante sí, competidores disputándose el trono del 2018, figuras en este México que bien encajan en los perfiles de visires, pashás y beys del sultanato.
Visires (El equivalente a secretarios de gabinete) Definición de Gran Visir: “Figura de ministro que generalmente cumplía la doble función de mantener al monarca alejado de las ingratas tareas administrativas y al tiempo atraer sobre sí mismo las responsabilidades y cuentas que pudieran pedirse sobre la acción de gobierno; Los visires ejercían en ocasiones el poder de facto”.
Pashás: Todos los políticos que viven con lujo y opulencia, como los diputados, senadores, integrantes del resto del gabinete, dirigentes de partidos políticos o miembros de alguno de los tres poderes.
Beys: Gobernadores de las provincias, todos ellos poderosos y enriquecidos, sin importar el color o el partido, tal cual como los mexicanos.
Y esta lucha de poder por el trono del 18 es en realidad para que esos visires, pashás y beys del reino político mexicano integrados por el PRI PAN PRD, MORENA, los presuntos independientes y la chiquillada, sigan gozando de grandes privilegios, como el gran oro y propiedades, que acumulaban en la época del reino otomano y que hoy en día sigue el mismo curso.
Y como en “El Sultán”, la historia de Hürrem, la influyente esposa de Suleymán, se dan historias de mujeres alrededor de gobernantes poderosos en un sultanato, o en un gobierno cualquiera, en donde se reproducen esquemas de sistemas basados no en méritos de virtudes políticas, sino en esposas deseosas de poder, con el único objetivo de llegar a ser tan influyentes, como para detentar el poderío de un sultán.
Aunque en el islam se diga que: “El papel de la esposa debe ser piadoso, respetuoso y obediente de la voluntad de su marido, mientras sus exigencias no la lleven a cometer un pecado. Es muy importante que jamás abran las puertas de su casa a alguien que no sea del agrado de su esposo, tanto en sentido figurado (que nunca busquen perjudicarlos, que no se alíen con sus enemigos) como literal”.
Otro de los grandes ejes de poder del sultanato era la creencia y obediencia sin cuestionamientos a los preceptos del islam, a Alá. La palabra musulmán significa: “Uno que se somete a Alá.” Un sometimiento como el que se dice en las redes sociales pretende la iglesia católica mexicana, al expresar o advertir a los mexicanos que: “Estar en contra del Presidente es un delito grave ante Dios”, sin duda un retroceso de algo así, como de cinco siglos.
Y con la referencia de la vida de El Sultán Suleymán, varias preguntan rondan:
¿Para el 2018 en México regirá un principio político similar al del imperio otomano? Ese que dice: Deshacerse de todos los hermanos (políticos) con el fin de eliminar las disputas dinásticas y que como gobernante, el padre (dirigente) elegía al más capaz entre sus hijos; aunque en ocasiones se podía dar el ungimiento de gobernantes incompetentes.
La historia cuenta que: “En general, la mayoría de la élite otomana nunca vio la necesidad de que el Imperio cambiara para superar las condiciones críticas de la época, puesto que obtenían beneficios personales de la corrupción política existente”.
¿Aquí, en México la élite política no ve la necesidad de que las cosas cambien para superar las condiciones críticas del país, ya que la corrupción política existente les asegura a los visires y beys mexicanos una vida de pashás premiados con oro a raudales y un sinfín de propiedades?
Cartelera semanal:
En todo mexicano descontento hay un pecador
Los nuevos mandamientos a los mexicanos: No cuestionar; No criticar ; Apoyar ciegamente; No exigir; no transparentar; No pedir cuentas; No pensar.
Paloma Ruiz. Comunicóloga por la UNAM, con especialidad en Marketing por la Universidad de Berkeley. Ha combinado a lo largo de su vida profesional el análisis político en diversos medios de comunicación nacionales e internacionales, con el diseño de estrategias de comunicación y las relaciones públicas. Amante del mar y el buceo.