¿Cómo legitimar una candidatura en medio de una competencia reñida en un partido político?
A los dirigentes, dueños y gerentes de los partidos en México, desde hace varios años se les ha ocurrido que por medio de encuestas.
Ahora se cuestiona que MORENA recurra a esta práctica, que además es estatutaria y por tanto legal, cuando en el pasado ya sea de forma abierta pero más por lo bajito, los partidos han recurrido a encuestar para definir sus candidaturas.
Muchos podrán considerar, yo entre ellos, que las consultas a las bases partidistas son la mejor y más democrática forma de elegir a un candidato. Pero también es cierto que una consulta a la militancia puede generar un desgaste innecesario a un partido político.
El problema de las encuestas hoy es que, luego del “cuchareo” que se le dio a la demoscopia en las elecciones de 2006 y 2012, pocos confían en que un ejercicio de ese tipo no esté manipulado.
En unos días sabremos el resultado de la encuesta en la que MORENA definirá a su Coordinador en la Ciudad de México rumbo a la elección del 18.
Cuatro anotados para alcanzar la nominación que, de acuerdo con los usos y costumbres de ese partido, tendría la candidatura para ocupar la vacante que dejará Miguel Ángel Mancera.
Claudia Sheinbaum, Ricardo Monreal, Martí Batres y Mario Delgado quieren ese cargo para competir por la Jefatura de Gobierno de la CDMX.
Pero no serán los únicos que alcancen la nominación bajo esa dinámica. Y tampoco será la CDMX el único lugar en donde se encuestará para definir la coordinación municipal, estatal o distrital. Sucederá en todo el país.
Muchos consideran que no es un método democrático. Coincido en que no lo es del todo.
Otros argumentarán que desde ahí, el que consideran Gran Elector determinará en una encuesta a modo quién abanderará a MORENA; eso no lo suscribo en su totalidad.
El riesgo que se corre con esta estrategia es desanimar a la militancia que está ávida de participar en la vida interna de su partido.
Para que este método de selección de candidatos funcione a la perfección, es importante que se le dé la mayor transparencia posible; es decir, que se conozca quién realiza la encuesta, cuál es la metodología que se emplea y a quiénes se les aplicarán las preguntas –que también se deben dar a conocer con anticipación al levantamiento– para generar certeza y legalidad en la militancia.
MORENA tiene un padrón en el que sus militantes están plenamente identificados. En sus cédulas de afiliación se pide que cada militante incluya los datos personales de domicilio y teléfono. Con esto, el levantamiento no correría el riesgo de verse infiltrado.
Si no se cumplen estos requisitos, cualquiera puede poner en duda la calidad e imparcialidad de la encuesta.
Esperemos al jueves cuando se conozcan los resultados oficiales de la encuesta de MORENA en la CDMX. Ojalá les salga bien, ya saben que siempre hay un tercero interesado en querer meter ruido en el partido que va punteando en las encuestas, no vaya a ser que quieran descarrilar al tren. Luego pasa.