La semana pasada se dio a conocer lo que sería la nueva propuesta en materia de política migratoria del presidente Donald Trump. Destacan varios aspectos de la misma: se cambia a un sistema de puntos, es decir, méritos; se dará prioridad a migrantes calificados, con dominio de inglés, además pretende disminuir el número de un millón anual a 560 mil y en un lapso de 10 años dejarlo en 500 mil.
Las famosas loterías de residencia (tarjetas verdes), así como el sistema de invitación de padres y familiares quedarían cancelados. Este sistema es conocido por la comunidad de migrantes como “pedir al familiar”, ha funcionado durante muchos años y gracias al mismo miles de mexicanos han logrado su residencia permanente en los Estados Unidos. Esto, aunado a la cuota de 50 mil refugiados por año nos habla de un cambio drástico en lo que sería el perfil de los nuevos migrantes.
¿Qué implicaciones tienen estas medidas para México? De entrada, muchas. Con esta propuesta queda claro el perfil neoconservador de la política migratoria de Trump y sus simpatizantes. Refuerza la hipótesis del aislamiento de Estados Unidos con un gobierno como el actual en la Casa Blanca y pone de manifiesta la intención de limpieza de la sociedad estadounidense. Bajo esta óptica, el choque de las civilizaciones descrito por Samuel Huntington queda de manifiesto.
¿A qué responde esto? Sin duda a un sentimiento de desconfianza y un malestar por el avance de la minoría hispana, que según el Centro de Estudios Pew Center, ha crecido en un 2.8% anual entre 2007 y 2014.
No es un secreto que cada vez más hispanos van ganando terreno en los partidos políticos y la fuerza económica (poder adquisitivo) no se detiene. Estas medidas, acompañadas por el endurecimiento de las políticas de seguridad fronteriza (la construcción del muro, por supuesto), responden a ello.
Esperemos que las minorías en Estados Unidos se organicen y ejerzan presión para que dicha propuesta no se apruebe. No sólo los inmigrantes de origen mexicano padecerán las consecuencias; es, por su puesto, una agresión y falta de reconocimiento del papel y riqueza que ofrece el fenómeno migratorio en su conjunto.
Adolfo Laborde. Analista internacional http://adolfolaborde.com/