Cuando alguien vive para comer (y no come para vivir), como yo, piensa todo el tiempo en el próximo deleite y cualquier cosa en la vida, tangible o intangible, le sirve de inspiración para cocinar o experimentar nuevos sabores.
No creo poder ser amiga de ese tipo de personas que viajan a lugares con culturas diferentes y que, en cuanto regresan al país, corren a la taquería más cercana para pedir “comida de verdad”. Pienso que una persona abierta y curiosa es así en todos los aspectos de su vida, incluyendo el de la comida.
Por fortuna, hoy día tenemos la posibilidad de visitar incluso países exóticos de manera virtual y conocer gran parte de su cultura, aun antes de poder pisarlos realmente. Una ventaja, incluso, para seleccionar los sitios a visitar y dónde comer, en casi cualquier parte del mundo.
Los más avezados en viajes crean agendas diarias y reservan mesa con antelación en restaurantes de prestigio y alta demanda. Y eso está muy bien. Pero la realidad es que muy pocos tienen la fortuna de viajar mucho y hacerlo de esa manera ventajosa.
Para los que no tenemos esa posibilidad, también por fortuna, existen varias plataformas digitales de entretenimiento que nos permiten viajar y conocer nuevas culturas.
Estando ya de vacaciones tengo en la mira disfrutar varias series con temas culinarios. Estoy dispuesta a descubrir nuevos universos y, después, hallar la manera de probar un poquito de ellos aquí, en nuestra CDMX, pues si en algo ustedes no me dejarán mentir es en que nuestra ciudad sí es cosmopolita en su oferta gastronómica.
Netflix ofrece series relacionadas con el tema de la comida, con mucho éxito. Tal es el caso de Chef’s Table, un documental que presenta a los mejores cocineros y restaurantes del mundo. Por supuesto que también hay películas, hace poco gocé con “Los sabores del Palacio”.
Ahora he descubierto en esta plataforma un combo que reúne la cocina y los doramas coreanos, esas telenovelas cortas que tanto gustan a los Otakus (y a mí). Por el momento están disponibles tres.
Estoy encantada especialmente con “Amor culinario” (Corea, 2016) que cuenta la historia de una profesionista que ronda los 30 años, vive estresada por su demandante trabajo en una agencia de viajes y tiene el corazón destrozado por la reciente ruptura con su novio de los últimos 6 años.
En su alma hay un vacío que intentará llenar con comida reconfortante.
Una noche, tras una jornada laboral intensa, se descubre extrañando a su amor. Pero decidida a superarlo, se levanta de la cama “muerta de hambre”. Su refrigerador y alacena están prácticamente vacíos. Con la única bolsa de arroz instantáneo que le queda, se prepara un sencillo arroz frito con salsa de ostras, ajo, pollo y cebolla de verdeo.
Tras disfrutar el platillo acompañado de una cerveza, Jae-yeong se pregunta: “¿No es esto todo lo que necesito? Comida deliciosa y una cama acogedora. Sólo eso necesito. No pediría más”.
“Amor culinario” transcurre a lo largo de un año en el que se muestra cómo la joven logra remontar su separación amorosa, haciéndose responsable de sí misma y teniendo como refugio su hogar y su cocina, donde cada día prepara diferentes platillos de la cocina coreana casera.
Al principio cocina cosas sencillas, pero conforme ella misma va descubriendo su potencial laboral y social, prepara guisos más elaborados.
Con cada estación del año, la vemos preparar y comer platos frescos, calientes, picantes, y también disfrutar de la comida callejera. Todo ello en compañía de sus amigas, junto a las que descubre qué quiere hacer y quién quiere ser por el resto de su vida.
Al final de cada capítulo de las dos temporadas, Jae-yeong nos da la receta en forma de video y, si la seguimos con atención, seguro que podremos emular algunos de los platos con los que salivé y soñé.
¿Qué les parecería preparar en su propia cocina delicias como: Udon con virutas de atún, Mapo-tofu, cerdo salteado con higo y gorgonzola, Pollo frito picante con ajo y supremas de naranja, o un Calamar frito con torta de arroz?
En los alrededores de la Zona Rosa se encuentra el barrio coreano de nuestra CDMX, donde podrán encontrar tiendas de abarrotes, restaurantes y cafés con los sabores de Corea y expandir así su amor culinario hacia otras latitudes.
Coffine Gurunaru, Baking Story, Bi Won, Mini Súper Coreano, son sólo algunos de los sitios que vale la pena visitar. Haz de tu verano en la ciudad algo diferente y divertido.