La oferta gastronómica en la colonia Roma es imparable. Se inauguran cafés, restaurantes y tiendas gourmet para todos los gustos.
La semana pasada acudí a otro sitio nuevo que reúne los tres conceptos anteriores, en uno solo.
Se trata de Casa Negra, la nueva apuesta de los creadores del Helado Obscuro. En la planta alta de su heladería, sobre la calle de Orizaba, han adaptado un espacio gourmet que reúne su propia marca y otras, todas con productos nacionales.
Además, se puede beber café, desayunar, comer o merendar y hasta comprar artículos para el entretenimiento y de diseñadores locales.
Con una carta más bien básica y pequeña, Casa Negra le apuesta a la calidad de los productos artesanales y sustentables con que prepara sus alimentos.
En el menú aparecen 6 desayunos, pero para qué elegir uno solo y quedarse con las ganas de otro, si también ofrecen el plus de un desayuno-degustación con porciones mini de todos los demás: frutos rojos con miel y granola; hot cakes de vainilla, plátano y coco; omelette de verduras al grill con hummus; crosstini de pesto con arúgula baby y huevo de codorniz, y chilaquiles verdes con crema de rancho y cecina.
Para comer o cenar, ofrecen ensaladas, sándwiches, lasagnas y postres, entre los que destacan la “Focaccia de queso camembert con mermelada de cebolla y arúgula”, la “Lasagna de mar con camarón, huachinango y pulpo en salsa americana con chile de árbol” y la “Pavlova con frutos rojos, goji berries y una bola de helado obscuro”.
Si sólo quieren tomar café, la barra está a cargo de Otro café que ofrece cuatro métodos diferentes de extracción, cappuccinos, tés, un latte matcha y otro con té negro y café, llamado “Dulce Brío”.
Aunque el espacio es pequeño, resulta acogedor y relajado. Del desayuno, lo que más me gustó fue el crosstini con pesto, Bresaola y huevo de codorniz. De verdad es una delicia y una forma diferente de empezar el día. Lo acompañé con un americano “V60”, elaborado con un método de extracción a gotas que destaca las notas frutales del grano. Y como tenía cena esa noche, me llevé un tarro del pesto con el que untan el pan para ofrecerlo a mis invitados como entrada.
Ese es otro plus de Casa Negra, que varios de los insumos que utilizan para preparar los platos de la carta están a la venta en la tienda, como cervezas, vinos, quesos y cremas, lácteos veganos (como la leche “Cuatro delicias”, elaborada con leches de almendra, arroz, chía y ajonjolí), tarros de “Ghee” (mantequilla clarificada), carnes frías, jaleas y súper foods (como el “Spread de matcha y almendra” o la “Compota orgánica de durazno y cardamomo”).
También puede uno llevarse a casa los postres en tarro, como el de “Tapioca, leche de coco, fresa y mango”, o el “Yogurth de cabra con cajeta”.
Para acompañar las bebidas calientes, cuentan con algo de pan dulce. La “Concha matcha” y el “Danés de queso con ate de guayaba” están muy aceptables.
Los estantes a la entrada despliegan libros de diseño, guías turísticas y arte-objetos de diseñadores exclusivos. Me encantaron unas tazas, macetas y vasitos tequileros de la marca Totem Bowls.
De forma que, si un sábado tienen agenda llena y no desean desplazarse de un punto a otro, en Casa Negra pueden matar tres pájaros de un tiro: desayuno con amigas, compras gourmet para los invitados a la cena y regalo exclusivo y original para el cumpleañero del domingo.
Casa Negra
Orizaba 203
Col. Roma Norte
CDMX