El señor Maldonado, experimentado fotógrafo que me acompañó por más de 20 años en Difusión Cultural de la UNAM, sentenciaba que en su natal Oaxaca quien cargaba pistola no hacía alarde de ello y que cuando la sacaba era para “tronarla”. Con Elizabeth Camargo, creadora y promotora poblana de diversos proyectos culturales independientes; así como apasionada defensora del bien común, el estallido está asegurado.
Elizabeth es tan sutil o enfática como sea necesario, sin pelos en la lengua cuando le colman el plato. Aquí tan sólo un ejemplo: “Es patética la seguridad pública municipal en Puebla. Pides auxilio y debes pasar por un proceso engorroso e ineficiente. Por hacer una denuncia arriesgas tu vida y la de tu familia. Está de la chingada”, dice con un enojo que transforma su rostro, casi siempre dulce y que aparenta ser de una estudiosa adolescente.
Camargo Cervantes, cree, a su manera, en la famosa sentencia del Quijote: “Cambiar el mundo, amigo Sancho, que no es locura ni utopía, ¡sino justicia!”. Está convencida de que generar el bien común es parte de una comunidad.
“Si nos unimos, lograremos un cambio radical; hombres y mujeres debemos hacer a un lado los egos y el protagonismo. Por otra parte, ser mujer hoy día es muy difícil, porque equivale a enfrentar acosos laborales, sexuales y callejeros, entre otras cosas”, relata.
No esquiva preguntas ni hace silencios cortantes en la charla. Y si tiene que puntualizar algún concepto, lo dice sin titubeos. No me considero activista, ni líder social. No estoy casada con esos términos; tanto a unos como a otros los respeto y admiro, particularmente desde el ámbito de la investigación, afirma la creadora de los proyectos Mousai Galería y Pasadero Cultural, quien, igualmente, admira a las pintoras Leonora Carrington y Remedios Varo.
Elizabeth habla de estas dos grandes ideas pero se quita importancia: “Un grupo de mujeres talentosas, urbanistas, músicos y diseñadoras de moda decidieron dar un gran salto y crearon Mousai Galería, lugar que busca ser un apoyo a la creación de autores emergentes en las diversas áreas del arte. Nace en 2012, en el Centro Histórico de Puebla, por la falta de espacios culturales, galerías y está más vigente cada día”.
Podría sonar exagerado quizá, pero basta escuchar a la devota lectora de Gilles Lipovetsky, María Sabina y Manuel Castells, para confirmar que es una auténtica líder. Me viene de familia, mi padre era igual y la equidad de género fue nuestra línea, admite.
Con el nombre de Pasadero Cultural, nace un nuevo proyecto en 2014, donde un grupo de activistas sociales, académicos, estudiantes, investigadores, artistas gráficos, vecinos… se unieron para realizar diversos talleres de manualidades, artes y oficios, grabado, alfabetización, lectura, escritura y muchos más.
Elizabeth reflexiona: “Notamos que los niños no tienen acceso a las diversas manifestaciones artísticas que se ven en el centro de Puebla, y luego de una consideración sobre la no violencia, pensamos que el arte te da la mano. Así se cristaliza esta idea con la finalidad de mejorar la calidad de vida de los habitantes de zonas en situación vulnerable”.
Después de trabajar como Subdirectora para la Cultura de la No Violencia en el Ayuntamiento de Puebla, Camargo Cervantes, quien, por cierto hoy aporta su experiencia en la IBERO de Puebla, adquiere el conocimiento y habilidad en la investigación legal necesaria, cuyos datos le dicen que el índice de violencia de 53% en 2015, se disparó luego de ese año a un 75% en la llamada ciudad del camote.
“Estamos viviendo un problema social muy triste. La gente está cada vez más asustada. Si no impulsamos a promotores culturales, si no activamos el quehacer artístico-cultural con un perfil social, nos vamos a ver dentro de un caos en la entidad y en el país”, sentencia.
Al final destaca que frente a la violencia la cultura juega un papel importante. Si te acercas un poco más a ella, tu criterio se abre. Cultura para contrarrestar la violencia. Añade que estamos bombardeados con información consumista y que no pensamos en los demás; por ejemplo en los ancianos, los niños, en las mujeres mismas que viven vulnerables. Pero, según dice, hay solución para todo y su apuesta es por el arte y la cultura: Yo la pondría antes que la economía, incluso.
Elizabeth concluye la plática asegurando que sus dos grandes proyectos siguen vigentes y perfilando su siguiente plan: una escuela donde la gente no sólo aprenda artes y manualidades, sino también una agencia que incluya oficios en beneficio de los habitantes de las colonias.
Cut Domínguez. Es periodista cultural. Ha dirigido espacios como la jefatura de Prensa de Difusión Cultural de la UNAM; coordinador de Prensa en la Ciudad de México del Festival Internacional Cervantino; Subdirector de Difusión del Polyforum Cultural Siqueiros; Jefe de Prensa de la Orquesta de Cámara de Bellas Artes. Asimismo, ha sido colaborador de diarios y revistas nacionales.