Un tema recurrente en nuestras pláticas como mexicanos es la violencia y la falta de seguridad. Todos conocemos a alguien cercano que ha sido víctima de un acto delictivo, o nosotros mismos hemos sufrido de alguno.
Nuestras pláticas concluyen con una despedida acompañada de una serie recomendaciones, “te vas con cuidado, me avisas cuando hayas llegado, me compartes tu ruta”, etc. Estamos consientes de lo vulnerables que somos ante la inseguridad y los actos delictivos.
Los ciudadanos de a pie, comunes y corrientes, sentimos miedo cuando cruzamos espacios públicos. Un miedo que no desaparece cuando llegamos a nuestras casas porque tampoco ahí estamos completamente seguros. Este miedo colectivo es un síntoma de la degradación de nuestra sociedad, no es un producto de nuestras mentes, por si a alguien se le ocurre decir: “Es lo que tienen en sus mentes, porque no es lo que está pasando”. Si vemos las cifras, éstas hablan por sí mismas: El Índice de Paz México 2017 revela el deterioro social y el incremento de los índices de violencia, homicidios con arma de fuego.
En días pasados se dio a conocer el más reciente Índice de paz México (IPM), documento que elabora desde 2007 el Instituto para la Economía y la Paz. Dicho informe mide los niveles de paz en las diferentes entidades de la Republica Mexicana. La Metodología usada es la del Índice de Paz Global y está conformado por siete indicadores: 1) Homicidio, 2) Delitos cometidos con armas de fuego, 3) Delitos con violencia, 4) Presos sin condena, 5) Eficiencia del sistema judicial, y 7) Financiamiento a las fuerzas policiales.
De los datos reflejados, el informe encuentra que ha existido un deterioro de la paz en nuestro país, y esto es atribuible a un aumento del 18% en la tasa de homicidios, es por ello que la percepción de inseguridad de los mexicanos es mayor.
Con respecto al sistema de justicia, el documento revela que únicamente se castiga el 9% de los delitos efectuados, por lo que el 91% de estos quedan impunes. Esto quiere decir que no hay sanción, lo que nos llevaría a preguntarnos: ¿Acaso esto será una motivación o una causal para comentarlos?
Con respecto al número de homicidios cometidos, las cifras oficiales arrojan que se cometen 16 asesinatos por cada 100 mil habitantes; sin embargo, el promedio mundial es de 7 homicidios; o sea que en México se cometen más del doble de homicidios, señala el documento.
El miedo tiene un costo para los mexicanos, un promedio de 25 mil 130 pesos por cada habitante, es lo gastado en materia de seguridad, informa IPM.
Estas cifras reveladas a unos días de la trágica muerte de la periodista Miroslava Breach, del cierre definitivo del Diario Norte del Ciudad Juárez, de los hallazgos de más y más fosas clandestinas, no hacen más que corroborar una realidad existente y no una construcción imaginaria: La falta de seguridad, el incremento de la violencia, deberán de llevar a las autoridades a cuestionar las estrategias usadas contra el crimen.
Las cifras del informe revelan que el miedo al delito es resultado de una realidad, y no es una percepción falsa, no es una ficción.
La democracia no puede sostenerse en medio de una crisis de seguridad, las instituciones deberán de garantizarnos una sociedad pacífica, que nos permita a los mexicanos tener la libertad de caminar sin miedo, sabedores de que los delitos se castigan… Nos es urge un México sin corrupción, sin impunidad.
Mayra Rojas es docente en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores Monterrey (Campus Estado de México), en la Universidad Iberoamericana (Cd. de México). Doctora en Ciencias Sociales y Políticas (Universidad Iberoamericana).