“En toda su historia, el país sólo ha tenido seis candidatas a la Presidencia de la República”.
Al revisar la prensa internacional me encontré con una fotografía que me llamó poderosamente la atención. Era una imagen de la reunión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) celebrada en Bruselas, Bélgica, que demuestra que en los ministerios de Defensa, un cargo tradicionalmente ocupado por hombres, la presencia de mujeres es una realidad ascendente.
Siete de los 28 ministros de la Alianza son mujeres, europeas y todas con menos de cuatro años de experiencia al frente de la seguridad exterior de sus países (http://bit.ly/2lZc8Vv). La cifra está aún lejos de ser equitativa, pero marca una tendencia. Hace apenas dos años, en la gráfica había cinco mujeres ministras en lo que ya era un hito para la institución.
Este año, junto al secretario General de la OTAN, el noruego Jens Stoltenberg, aparecen la ministra española María Dolores de Cospedal; la italiana Roberta Pinotti; la alemana Úrsula von der Leyen; la eslovena Andreja Katic; la noruega Ine Marie Eriksen; la holandesa Jeanine Hennis-Plasschaert; la albanesa Mimi Kodheli, y la estadounidense Rose Gottemoeller.
Las barreras por romper son todavía grandes, pero hay avances y México no es la excepción. Por ejemplo, de los 500 integrantes de la Cámara de Diputados, 212 son legisladoras (42.4%) y 288 hombres (57.6%).
Sin embargo, esta proporción no se refleja en las presidencias de las 56 comisiones ordinarias: sólo 17 están encabezadas por mujeres. De los ocho grupos parlamentarios que integran la 63 Legislatura, sólo una mujer es coordinadora de una de las bancadas: Rocío Nahle, lideresa de la fracción de Morena.
En el Senado de la República la presencia de la mujer está lejos de los ideales de paridad y equidad de género. De sus 128 integrantes, 81 son hombres y 47 son mujeres; es decir, las mujeres ocupan 35.4% de los escaños contra 64.6% de los hombres. De las 64 comisiones ordinarias, sólo 18 son presididas por una mujer, mientras que los cinco grupos parlamentarios son encabezados por varones.
En el sexenio de Felipe Calderón, dos estados eran gobernados por mujeres: Ivonne Ortega en Yucatán y Amalia García en Zacatecas. Actualmente, México sólo tiene una mandataria estatal: Claudia Pavlovich, de Sonora. En la historia del país, sólo seis mujeres han ocupado ese cargo. Además de las ya citadas, la lista la completan Beatriz Paredes, en Tlaxcala (1987-1992); Dulce María Sauri Riancho, en Yucatán (1991-1993), y Rosario Robles Berlanga en el Distrito Federal (2004-2010).
En toda su historia, el país sólo ha tenido seis candidatas a la Presidencia de la República: Rosario Ibarra en 1982 y 1988 por el Partido Revolucionario de los Trabajadores; los comicios de 1994 tuvieron a dos aspirantes a Los Pinos: Cecilia Soto por el Partido del Trabajo y Marcela Lombardo por el Partido Popular Socialista; en 2006, Patricia Mercado abanderó al Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina; y Josefina Vázquez Mota fue la candidata de Acción Nacional en 2012.
De las 30 posiciones que integran el gabinete legal y ampliado del presidente Enrique Peña Nieto, hay mujeres en 6 de ellas: Rosario Robles en la Sedatu; Arely Gómez en la Función Pública; María Cristina García Cepeda en Cultura; en la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas está Nuvia Mayorga Delgado; en Inmujeres, Lorena Cruz Sánchez, y en el DIF, Laura Vargas Carrillo.
Pero las mujeres no sólo hemos alcanzado posiciones en la política, la iniciativa privada, las ciencias, las artes o la cultura. La equidad de género alcanzó también lamentablemente a las organizaciones del crimen organizado.
¿Equidad criminal?
El mundo de la delincuencia, también las atrae. Las mujeres estaban originalmente destinadas a tareas de administración y contabilidad, a recabar datos, servir de informantes o como espías, además de cooptar funcionarios.
Sin embargo, a partir de 2009, la Procuraduría General de la República (PGR) detectó que comenzaron a tener una participación mucho más activa. Un testigo protegido identificado como “El Pitufo”, reveló la existencia de un grupo denominado Las Panteras, una vertiente de Los Zetas, dedicado a instruirlas para que se convirtieran en asesinas, líderes de células y jefas de plaza.
Otras organizaciones crearon sus propias ramificaciones en el ámbito femenino: el Cártel del Golfo tenía a Las Hienas; y el de Juárez a Las Aztecas. También surgieron Las Cachorras. Todas rivales entre sí.
El ejemplo más representativo de este nuevo rol de las mujeres en el crimen es Enedina Arellano Félix, alias “La Narcomami” o “La Jefa”, quien asumió el liderazgo del Cártel de Tijuana tras la captura de sus hermanos (Benjamín, arrestado en 2002 y extraditado a Estados Unidos en 2012; Javier, en 2006, y Eduardo, aprehendido en 2008 y extraditado en 2012), así como la muerte de Ramón en un enfrentamiento con la policía en 2002.
Ostenta el título de ser la mujer más poderosa de las drogas en México y la primera en dirigir un cártel, además de que la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, la DEA, la colocó como la más prominente del narcotráfico a escala global por su capacidad de organización y operación financiera.
No son datos para presumir, pero son reales.
El desafío de la Mujer…es
Si tomamos en cuenta que en los comicios federales de 2012, las mujeres constituyeron el 51.6% del padrón electoral y el 51.8% de la lista nominal, resulta obvio que el camino para garantizar el pleno ejercicio del derecho de las mujeres mexicanas a la participación política, es muy largo, y que lo mismo ocurre en otras áreas.
Es indispensable vencer los obstáculos que impiden nuestra participación en los asuntos públicos del país en condiciones de igualdad y no discriminación. Por cierto, escribí todo esto a propósito de que el miércoles 15 de febrero se conmemoró el Día de la Mujer Mexicana. Así que un abrazo a todas nosotras.
Hannia Novell. Licenciada en Ciencias de la Comunicación, realizó estudios en Periodismo, Literatura y Seguridad Nacional en diversas instituciones como la Universidad Iberoamericana, el Centro de Comunicación, Radio Educación y el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Especialidad en corresponsalía de guerra en La Universidad de Jerusalem (Israel) y una especialidad en comunicación política en George Washington University. Titular del noticiario estelar de Proyecto 40 en su edición nocturna.