Una alianza entre PAN y PRD podría terminar con la hegemonía priísta en el Edomex.
Corren ya los días decisivos para los partidos políticos en el Estado de México.
Acción Nacional y el PRD definirán si van en alianza para competir por la gubernatura o de plano se desploma la intención de ver fuera de Palacio de Gobierno al PRI.
MORENA oficializará la candidatura de la diputada Delfina Gómez, cuyo principal activo es que Andrés Manuel López Obrador hará la campaña junto a ella.
En el PRI todos están disciplinados esperando la decisión del PPP (Primer Priísta del País), que el miércoles se amaneció con la noticia de que no es bien visto por los mexicanos. El diario Reforma publica una encuesta en al que se indica que el 86% de los encuestados desaprueba su gestión. Con esto, Enrique Peña Nieto deja de ser un activo para el candidato tricolor y el gobernador Eruviel Ávila no las trae todas consigo.
En el partido del presidente Peña las cosas no están fáciles. Quien sea el candidato, no tienen nada qué presumir, y mucho menos qué ofrecer, pues los gobiernos estatal y federal, y muchísimos de los municipales, han sido los peores de la historia reciente en el Edomex.
El más conocido de los priístas es el diputado Alfredo del Mazo, nieto e hijo de ex gobernadores (del mismo nombre, por cierto), pero también es el que tiene los negativos más altos de todos los contendientes, incluidos los de la oposición. Lo menos que se piensa de él es que es un junior de la política, sin más merecimiento que ser heredero del apellido Del Mazo y ser primo del presidente de México.
En el escenario de una contienda con una alianza PAN-PRD, Del Mazo está un poco arriba de los aliancistas, con Alejandro Encinas de candidato. Cerca de ellos está la dupla Delfina Gómez-AMLO. Los priístas temen que el activismo del ex candidato presidencial reviente a Del Mazo y eso le dé ventajas no a Delfina, sino a Encinas para ganar la gubernatura.
Otro escenario es el de Ana Lilia Herrera. La actual secretaria de Educación es, junto con Delfina Gómez, la que menos negativos tiene entre los priístas. Eso la puede hacer crecer en campaña. Según las encuestas que se estudian en Los Pinos y el CEN del PRI, aún con la alianza PAN-PRD Herrera ganaría, pero MORENA y los aliancistas estarían muy cerca de ella.
Carlos Iriarte es diputado y también preside el PRI local. Su situación es más difícil. Aunque se le reconoce como el candidato de “La Cultura del Esfuerzo”, no es tan conocido y el riesgo de perder con una alianza (siempre con Encinas como candidato) es alto, tanto como para de Del Mazo.
Josefina Vázquez Mota es la más conocida, pero en las encuestas se refleja el rechazo hacia ella por despreciar por segunda ocasión la candidatura al gobierno mexiquense. Puede ser una alternativa de triunfo y, al igual que Encinas, tiene altísimas probabilidades de ganar.
El PRI decidirá el 26 de este mes quién será su candidato. Los números indicarían que Ana Lilia Herrera ganaría la gubernatura con algunas dificultades pero sería la más competitiva. Del Mazo pone en alto riesgo la gubernatura e Iriarte sería un buen candidato pero sin los apoyos suficientes para ganar.
Encinas puede ver coronada su carrera política siendo el primer opositor al PRI en ocupar el Palacio de Gobierno de Toluca. Basta que se decida y si AMLO y MORENA se unen a él, la victoria está asegurada.
Vázquez Mota gana con alianza, pero ya no lo tendría muy segura si va sola con el PAN.
El lunes, PAN y PRD deben anunciar si van juntos o no. Y el 26 el PRI nos presentará a su abanderado o abanderada.
Ya con nombres definidos, veremos cómo se comporta la opinión pública.
Hoy la elección del estado de México depende de nombres y apoyos.
Está a punto de comenzar la guerra por el poder.