De nada sirvieron las decenas de reservas que las izquierdas presentaron para hacerle un huequito al dictamen de educación.
Los demonios cimbraron a la Asamblea Constituyente mostrando el verdadero rostro de una gran mayoría de diputadas y diputados del PRI, PAN, Verde Ecologista, PES y PANAL que sufrieron una metamorfosis que habían tratado de ocultar revestidos bajo la imagen de ovejas: la de la mezquindad, egoísmo y abuso. La rivalidad entre estos partidos se convirtió en falso amor para rechazar por mayoriteo programas sociales tendientes a combatir, no a erradicar, la desigualdad y pobreza de millones de capitalinos.
Por si fuera poco, los demonios internos de los principales jerarcas católicos lanzaron fuego luego de que Constituyentes de izquierda, por iniciativa del diputado Isidro Cisneros, aprobáramos, también por mayoría, la “eutanasia”que nos da a los ciudadanos que habitamos esta Ciudad de México la libertad de decidir en qué momento morir si por enfermedad no podemos tener calidad de vida.
¡Homicidio! ¡Asesinos!, se leía en el editorial del semanario“Desde la Fe”, donde la opinión de unos cuantos obispos embarraba a todos los sacerdotes que componen la Iglesia Católica, aun cuando dentro de ésta hay liberales que ven en la eutanasia una acción de misericordia y piedad para las personas a quienes mantienen con vida artificial a consecuencia de una enfermedad, accidente o incluso intentos de suicidio.
Ante el temor por los demonios sueltos, el Jefe de Gobierno, Miguel, Ángel Mancera, intentó calmar el infierno en el que nos quemarían llamando “muerte digna” a lo que en realidad se le conoce como eutanasia. Este derecho humano fue el preludio para lo que vendría después: la venganza de las ultraderechas que desde tribuna se exorcizaban ante tal crimen. “Votan la muerte y rechazan la vida de los que aún no nacen”, dirían la panista Cecilia Romero, apoyada por el líder del PES, Hugo Erik Flores, y del verde-ecologista Alejandro Bustos, más priísta que verde.
Las izquierdas, PRD y Morena se regocijaban de su triunfo apoyadas por los tres mosqueteros de Movimiento Ciudadano, Esthela Damián, René Cervera y Alejandro Chanona, y de la Ministra en retiro Olga Sánchez Cordero. “Esta Ciudad es libertaria, progresista y nunca regresiva”, festejaban sin prever que habían desatado la furia de los demonios con los que compartimos el Salón de Plenos del antiguo Senado de la República.
Un día después de haber constitucionalizado, por un voto de diferencia, la eutanasia, el PRI, a través de Cynthia López, inició su venganza evitando a toda costa y ante “las necedades”, como acusara al morenista Javier Jiménez Spriú, de permitir que pasaran reservas al tema educativo. La Ciudad de México se mantiene igual que como estaba, con la educación centralizada, acaparada y secuestrada por el Gobierno Federal, pero además amenazada, advertencia para Andrés Manuel López Obrador, de que no permitirían universidades “patito”.
De nada sirvieron las decenas de reservas que las izquierdas presentaron para hacerle un huequito al dictamen de educación. Fueron limosnas las que el PRI otorgó para simular democracia y mostrar, a través del rostro de Cynthia López, una camaradería que se reventó contaminando el ambiente de la Constituyente con reproches de traición, mientras un ex secretario de Educación Pública, Porfirio Muñoz Ledo, veía desde su curul cómo el PRI se envolvía en la bandera de la educación para mantener al margen a la Ciudad de México.
Lo peor vendría el viernes cuando después de aprobar en lo general el Artículo 14, Ciudad Solidaría, el PRI, con toda su sobrerrepresentación, el PAN y los partidos satélites se confabularon para regresar a la Comisión de Carta de Derechos el programa más importante de la Constitución de la CDMX: renta básica, so pretexto de su gran preocupación por el enorme costo que traería a las autoridades de esta ciudad ayudar con una mínima cantidad de dinero a miles y miles de familias que viven en pobreza extrema.
Primero se escucharon argumentos a favor y en contra de la propuesta. Las izquierdas, más unidas que nunca, pedimos que la justicia se hiciera presente y se sentara en el banquillo de la Santa Inquisición partidista para ser golpeada y humillada por los que nunca han sabido o sentido lo que es la pobreza. Diría que sus agresores, la mayoría abogados, nuevamente la pisotearon con total impunidad.
Mientras agredían a la Justicia y amenazaban con acuerdos y generar chantajes, diputados de Morena y del PRD trataban de evitar que el presidente de la Mesa Directiva, Alejandro Encinas, procediera a la votación en lo particular del inciso A, numeral 3, Derecho a la Vida Digna, que habían solicitado priístas y panistas después de agotar la discusión sobre el derecho que tiene toda persona, desde su nacimiento, a recibir un ingreso básico universal.
La tribuna de la Constituyente tembló bajo los argumentos poco sinceros de los diputados que justificaban su mezquindad con la preocupación de no saber de dónde saldrían los recursos para favorecer a los más pobres de esta Ciudad. Incluso se dijeron angustiados por el riesgo de que aprobar una renta básica significaría incrementar los impuestos, olvidándose del “gasolinazo” que tiene a la sociedad crispada.
Desde el banquillo donde permanecía sentada, la Justicia veía horrorizada cómo el tono de las acusaciones de traición y de romper puentes subían a tal grado que dejó a un lado su balanza para ceñirse con más fuerza la venda que le cubre los ojos. Resignada, recibió el jaloneo de los diputados Constituyentes de izquierda que la reconocen como la única capaz de cambiar la vida a los millones de personas que sobreviven entre la miseria y los diputados Constituyentes de ultraderecha que la miran como su peor enemiga.
La renta básica universal está de nuevo en Carta de Derechos y tiene 72 horas para vivir o morir en la Constituyente.
Elena Chávez. Estudió periodismo en la escuela “Carlos Septién García”. Ha escrito los libros “Ángeles Abandonados” y “Elisa, el diagnóstico final”. Reportera en diversos diarios como Excélsior, Ovaciones, UnomásUno; cubrió diferentes fuentes de información. Servidora Pública en el Gobierno del Distrito Federal y actualmente Diputada Constituyente externa por el PRD.
