Le Méridien presenta el Mexico City Éclair, creado por el chef Johnny Iuzzini, embajador global de la marca.
De niña disfrutaba enormidades de un pan dulce llamado “relámpago” que vendía una pastelería estilo europeo en el San Salvador de entonces.
El brillo del caramelo sobre la superficie del pan llamaba mi atención tras la vitrina del Café Bella Nápoles. La combinación del crujiente caramelo sobre la superficie con la suave crema pastelera del relleno –delicada para mi dolce gusto tropical– era sinónimo de algo especial, un gozo exclusivo de las tardes de sábado.
Siendo adulta, caí en la cuenta de que ese postre favorito de mi infancia era el mismísimo éclair, el más emblemático pastelito de Francia que lleva ese nombre en alusión al intenso brillo que destella su glaseado, justo como un relámpago.
Le Méridien, la cadena hotelera originalmente creada por la aerolínea Air France y ahora parte del grupo Starwood, promociona el éclair como el postre insignia de la marca en todas sus sedes. Y aunque mantiene el espíritu francés de hostelería en sus más de 40 destinos con detalles gastronómicos y emblemáticos como ése, lo hace de una manera muy peculiar ofreciendo a sus huéspedes una experiencia inspirada y basada en la cultura propia de cada país.
Para ello cuenta con destacados artistas y cocineros que fungen como sus embajadores globales y que viajan por el mundo en busca de inspiración para crear piezas o delicias con las cuales deleitar a los huéspedes. Entre ellos se encuentran el famoso chef pastelero Jhonny Iuzzini y la reconocida barista de café, Esther Maasdam.
La exclusiva línea de éclaires creada por Johnny para Le Méridien está inspirada en destinos icónicos como Nueva Delhi, Montreal, Nueva York, Barcelona y la Costa Azul, y no podría estar completa sin un éclair mexicano.
Con ese motivo, el hotel lo trajo al país la semana pasada, al tiempo que convocó a un workshop, impartido por él mismo dentro sus instalaciones sobre el Paseo de la Reforma. Casi muero de emoción al saber que tendría oportunidad no sólo de probar un éclair hecho por él, sino también de crear uno propio bajo su guía.
Frente al guapísimo Johnny –#celebritychef ganador de 3 estrellas Michellin– las piernas me temblaban, ansiosa por verlo desplegar su talento repostero. Él, perfectamente consciente de su encanto y dominio escénico, dio la bienvenida al taller con su encantadora sonrisa diciendo que se sentía muy feliz de estar en nuestro país con el propósito de crear el “relámpago mexicano”.
En un salón del hotel estaba lista la mesa con todos los ingredientes necesarios para elaborar los pastelitos al gusto, con la selección del chef: cremas de vainilla y chocolate para el relleno, glaseados de chocolate y blueberrie para la cobertura, así como frutos secos de coco, papaya, nuez, cáscaras de naranja y limón, flores de eneldo y frutas rojas para el topping. Él hizo la demostración paso a paso y después nos invitó a preparar el nuestro. Al mostrarle nuestra producción, le llamó mucho la atención el hecho de que la mayoría eligiera la cobertura de chocolate para el glaseado y dijo: “¡Les encanta su chocolate!”.
Un día antes del taller y como suele hacer en todos los destinos a donde va, Luzzini acudió a un mercado local para probar las frutas y los vegetales endémicos de México. En su página oficial hay un apartado con el título “Eclair Diaries” en el que se documentan los viajes del chef a diferentes destinos y su inspiración local para crear un éclair específico. Aquí les dejo el video del capítulo Barcelona (https://www.youtube.com/watch?v=VP9QKubRTIw).
Tras su visita a nuestra Central de Abastos, la estrella de American Baking Show, publicó en su Instagram un colorido collage con fotos de guanábanas, tejocotes, guayabas, mangos, plátanos Tabasco y cañas de azúcar, acompañado por este texto: “Sobrecarga sensorial: el increíble aroma y los poderosos sabores de la fruta en uno de los más grandes mercados del mundo. Probé tantas cosas como pude y me traje muestras para empezar las pruebas del Éclair Le Méridien inspirado en la Ciudad de México”.
Aunque la idea original de hotel era que Johnny tuviera listo su éclair la misma mañana del taller, él no se sentía aún satisfecho con el resultado. No obstante, decidió compartirnos su inspiración explicando así los ingredientes que éste llevaría: “Pienso en un lienzo negro, negro como el chocolate y el mole de Oaxaca, negro como el tamarindo y el huitlacoche”.
Ante nuestro asombro, él mismo advirtió: “Sé que suena como una combinación muy loca, pero estoy seguro de que funcionará”. Y yo no lo dudo ni por un segundo, no sólo por su talento sino también porque, a mi juicio, el huitlacoche y el mole negro son como la piedra preciosa y el oro molido de la gastronomía mexicana. Y qué mejor forma de presentarnos ante el mundo que a través de nuestros tesoros.
Por la noche, el hotel y Iuzzini presentaron su Mexico City Éclair, con la siguiente composición: “Masa con toque de mole oaxaqueño, glaseado de tamarindo con limón y topping con sabores del plátano rojo caramelizado, toffee de cacahuate y huitlacoche caramelizado”. ¿Qué les parece? Suena muy desalmado y moderno, tal como Johnny se ve a bordo de su moto viajando por el mundo.
La receta del “Mexico City Éclair”, creada por Iuzzini, está siendo “ajustada” por los chefs reposteros de Le Méridien, pero a mediados de enero estará disponible tanto en el restaurante C’est la vie como en el lobby bar del hotel.
Mientras tanto, fantaseo con la posibilidad de despertar en una suite de Le Méridiem CDMX para contemplar desde la ventana la espectacular y privilegiada vista al Monumento a la Revolución, mientras bebo uno de sus humeantes lattes y me transporto al gozo de mi infancia dando pequeñas mordidas al precioso relámpago azteca de Iuzzini.
