En México contamos con productos gourmet que no le piden nada a los que llegan del exterior y que pueden ser el regalo perfecto para los amigos foodies.
Buna, café rico, es una marca mexicana que descubrí una fría mañana de noviembre mientras caminaba por calles de la colonia Roma.
El intenso olor a café recién hecho y la fachada algo retro de su local (en Orizaba 42), me invitaron a entrar. Al solicitar un expresso americano, el barista me sugirió probar la mezcla “Dalia”.
De inicio me encantó el tarro blanco o la “taza sin asa” en que me sirvieron el café. Entendí que eso es “lo de hoy”. Al primer sorbo me enamoré del intenso sabor del “Dalia” y decidí beberlo lentamente para disfrutar de su aroma tan confortable.
Observé que la mayoría de los clientes eran jóvenes enfrascados en sus gadgets, cada uno en lo suyo pero todos en compañía de un café.
Al darme cuenta de que ésta es una marca de vanguardia –que ofrece no sólo mezclas de autor, sino también diversos y novedosos métodos de extracción– en un ambiente minimalista, decidí explorar más sobre ella.
Así descubrí que parte del encanto de Buna radica en el riguroso proceso que hay detrás de cada taza. Comienza con la selección del grano (directamente de los productores, en su lugar de origen), atraviesa la fase del tueste y concluye con las catas que determinan el carácter único y el sabor propio de cada una de sus mezclas.
Por ejemplo, Dalia (inspirada en la flor nacional) es la mezcla que a mí me conquistó. Está compuesta por granos de Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Es el café ideal para arrancar el día por la sensación de confort que provee. Tiene notas de cacao, razón por la que sabe un tanto dulce.
Alebrije es una mezcla elaborada únicamente con granos de Oaxaca, cuyo productor ha ganado el premio nacional “Taza de excelencia”. Los de Buna consideran que éste es un café de aventura, por contar con una acidez notable y contundentes notas florales.
Salvia trae granos de Oaxaca y Veracruz. Contiene notas cítricas de acidez pronunciada y deja una sensación muy fresca en el paladar inferior. Es el café apropiado para terminar una comida rica en especias, como la mexicana o la tailandesa. Su aroma me recordó mis perfumes favoritos con limón italiano y haba tonka. Lo ofrecería después de una comida con mole, acompañado por un helado de chicozapote con naranja.
Maui-ome. De edición limitada, sabor redondo, elegante y con mucho cuerpo, esta mezcla es mi segunda favorita.
Chalum es la etiqueta que la gente de Buna ha reservado para llenar con granos de pequeños productores y nuevos proyectos con potencial de crecer a los que asesoran en todo el proceso de siembra y recolección, estableciendo con ellos una relación de ganar-ganar. En este momento, las bolsas de Chalum llevan granos de Puebla.
Con tan sólo dos años en el mercado, Buna ha logrado posicionarse como sinónimo de calidad y vanguardia. Su café es el que se sirve en todos los restaurantes del chef Enrique Olvera (Pujol, Cosme y Eno), así como en otros reconocidos establecimientos.
Obviamente, en la cafetería de la Roma, ustedes podrán seleccionar cualquiera de estas mezclas como la materia prima de su bebida y disfrutar tanto de la oferta caliente (americano, latte, capuccino o expresso) como de la fría (latte frío, malteada, cafechata).
Conscientes de que el buen café es un artículo gourmet muy socorrido para regalar y ofrecer en esta época, Buna lanzó un empaque de edición limitada denominado Convivio, una palabra muy mexicana que refleja claramente nuestro carácter festivo, siempre dispuesto al gozo. Los empaques de Convivio vienen en tres diseños diferentes y contienen el café Salvia, arriba descrito (con 500 gramos por 250 pesos).
Más allá de la cantaleta patriotera de impulsar el comercio interior ante la incertidumbre económica que nos acecha con la llegada de Trump al poder, lo cierto es que en nuestro país contamos con productos gourmet que no le piden nada a los que llegan del exterior y que pueden ser el regalo perfecto para los amigos foodies.
Olvídense de obsequear esa caja de plástico con chocolates esféricos y envoltura dorada que, aunque siempre nos saca de un apuro, es un regalo aburrido y de mal gusto. Regalen MX.
Estoy segura de que cualquier canasta navideña se elevará a otro nivel si le incluyen alguna de las mezclas de Buna (empaques con 350 gramos desde 150 pesos).
Yo ya tengo el empaque dorado, naranja y gris de Convivio y estoy lista para compartir con mis seres queridos una humeante taza de café plena de gozo y orgullo nacional.
Además, Buna aparece en la lista de los 25 mejores cafés de la CDMX, de acuerdo con los recién otorgados “”Premios Ciudad de México” que reconocen a los mejores productos culturales y de entretenimiento que, con su oferta, consiguen que nuestra urbe destaque a nivel mundial.
Buna 42
Orizaba No.42
Col Roma Norte
CDMX
@bunacafe
#BunaCafeRico