La Constituyente de la CDMX discute la Renta Básica. ¿Alternativa real para combatir la pobreza extrema? Así va la discusión.
La imposibilidad de generar empleos bien remunerados crece cada día más y ha conducido a países como Suiza y Finlandia a buscar alternativas para combatir la desigualdad y la pobreza en la sociedad. Una de las alternativas que se debaten a nivel internacional es la llamada “renta básica”, que busca dotar a las familias de un apoyo económico para contrarrestar la crisis que enfrentan ante los avances de la tecnología y el consecuente desplazamiento de la mano de obra. La Ciudad de México no es la excepción a este fenómeno.
Para nadie es secreto que un importante sector de los habitantes de esta gran urbe, la cuarta de las más pobladas del mundo, que alberga a más de 20 millones de personas, tiene niveles alarma
El problema de fondo, como me lo comentó la constituyente Clara Jusidman, experta en políticas sociales, radica en que la generación de empleos bien remunerados no es una fuente segura de ingresos porque ni se instituyen nuevas fuentes formales de trabajo ni el salario es suficiente para que las familias vivan con dignidad.
La propuesta que actualmente se discute al interior de la Comisión de Carta de Derechos es, sin duda, una de las más polémicas y quizá la más debatible cuando se analice artículo por artículo en el pleno de la Asamblea Constituyente. ¿Por qué?, porque los partidos políticos, principalmente PAN, PRI, Encuentro Social y PANAL, la ven contraria a sus intereses porque, de concretarse, se verían obligados a replicarla en los estados que gobiernan.
¿Es la renta básica un desacierto? De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), no: es una medida necesaria y urgente, muy similar a la que aplica España para combatir la desigualdad. La Ciudad de México es un retrato de esa desigualad porque la riqueza se concentra en unos cuantos, mientras la mayoría vive hasta en pobreza extrema.
La renta básica mensual es un sistema que implica una asignación monetaria igual o superior al salario mínimo para abatir la pobreza que existe en la Ciudad de México. La propuesta es que se otorgue a personas en situación de pobreza y a los grupos más vulnerables. En mi opinión, habría que focalizar esta ayuda.
Sin embargo, para el partido MORENA este esquema debe ser un derecho universal y con progresividad, lo cual conlleva el riesgo de que se le dé a quienes no lo necesitan, como sucedió con la tarjeta de Adultos Mayores.
La idea es que los recursos que ya se destinan a programas de transferencias directas de ingresos, como la pensión del adulto mayor, se utilicen para la renta básica o ingreso ciudadano. En la CDMX ya son 12 mil millones de pesos, de los cuales casi la mitad se destina para adultos mayores.
En los años 80, el 40% del ingreso nacional lo recibían los trabajadores: ahora sólo reciben el 26%, lo que ha contribuido a aumentar la pobreza y desigualad en nuestra Ciudad. Hoy en día, la fuente principal de ingreso del 80 % de las familias proviene del trabajo de sus integrantes. Es por ello que las familias se ven obligadas a destinar mayor tiempo a actividades remunerativas, des
Cualquier programa social debe ser analizado a conciencia para que no sirva a fines electoreros y, sobre todo, buscar los mecanismos para que llegue a quienes realmente lo necesitan. Así, habrá que garantizar la renta básica a familias con niños y niñas pequeños, por ser la etapa más importante del desarrollo de éstos, para que su madre o padre puedan estar al cuidado de ellos.
De aprobarse este programa en la Constitución Política de la Ciudad de México, hay el tiempo necesario para elaborar un padrón de familias en situación de pobreza y pobreza extrema útil para no incurrir en errores que puedan afectar a los más necesitados o a las finanzas de esta Ciudad.