El corazón de una ciudad cosmopolita y trendy.
“Única. Cosmopolita. Auténtica-Trendy. Increíble”. Ésas son las palabras con las que se describe y da la bienvenida a la Ciudad de México en la página oficial del gobierno capitalino. El apartado Turismo (http://cdmxtravel.com/es/) del portal de Miguel Ángel Mancera abre con una imponente vista nocturna del Palacio de Bellas Artes y la Alameda, una imagen que muestra siglos de historia en una toma.
Al leer esos calificativos y admirar la fotografía de nuestro monumento más emblemático, por un instante pensé que veía el portal de Travel and Leisure, pero no, de verdad es ése el eslogan oficial con el que la Ciudad de México se vende al mundo. De momento tuve una sensación rara, como una mezcla de pena y orgullo.
Lo que no puedo rebatirle al gobierno local es que vivimos en una ciudad tan única como las tortas de tamal y tan auténtica como los vestigios prehispánicos ocultos abajo del Zócalo. Pero eso de que es una ciudad cosmopolita y trendy, estoy segura de que es una cuestión relativa.
Y es que el sábado pasado me fui a conocer el Centro Interactivo Futura CDMX (http://www.futura.cdmx.gob.mx/) –ubicado en el antiguo Teatro de las Vizcaínas– donde se alberga la Gran Maqueta de la Ciudad de México, inaugurada por el mismo jefe de Gobierno apenas en julio pasado.
Una maqueta de 234 metros cuadrados que se construyó con una inversión de 70 millones de pesos y que pretende ser un espacio para que los capitalinos conozcan el “antes y después” de su ciudad, y también una plataforma gubernamental “para la toma de decisiones de infraestructura y desarrollo urbano para mejorar la calidad de vida de la población”.
Siendo una de las representaciones urbanísticas más grandes del mundo, la maqueta muestra la ciudad a una escala de 1:2500, sobre la cual se proyecta un mapping audiovisual que con gran despliegue tecnológico cuenta la historia y transformación citadina desde la época prehispánica hasta nuestros días, destacando los acontecimientos más importantes y mostrando la complejidad y diversidad de una de las ciudades más visitadas del mundo.
Tras la proyección, el público tiene 15 minutos más para contemplar la maqueta, de pie y desde cualquier ángulo, al tiempo que se van iluminando las diferentes áreas con la proyección de los cambios que ha sufrido el territorio. Por ejemplo, se pintan de azul las zonas donde había mantos acuíferos y los ríos ahora convertidos en avenidas y ejes.
En el piso superior de FUTURA CDMX se encuentran las instalaciones multimedia e interactivas, a través de las cuales el público puede consultar –vía pantallas táctiles de última generación– miles de datos estadísticos, así como mapas, planos y fotografías que permiten descubrir y explorar la ciudad.
Queriendo conocer más sobre mi delegación –Benito Juárez– me acerqué a una pantalla donde confirmé que sigue ocupando el primer lugar en IDH (Índice de Desarrollo Humano) y me enteré de que es el segundo lugar (después de la Cuauhtémoc) en divorcios al año, con una cifra mayor a los 3 mil, y me sentí feliz por todas las mujeres de esas demarcaciones que al ser independientes y parte de la PEA, han podido salir de una relación marital no satisfactoria.
En contraste, recuerdo que la cifra de divorcios en Milpa Alta era menor a 100 al año. Una de las delegaciones con más población indígena, cuya economía se basa sobre todo en la agricultura. De ahí proviene 80% de los nopales que consumimos los capitalinos y ahí se realizan cada año las ferias del Nopal y la del Mole de San Pedro Atocpan. Incluso, la administración delegacional creó hace poco un mercado específico para la comercialización del nopal en todas sus variantes, incluyendo dulces, encurtidos y productos cosméticos-farmacéuticos.
También gracias a las tablas comparativas de la CDMX con otras grandes urbes, supe que contamos con más bibliotecas públicas que Sidney y más salas de cine que Londres. Y claro, la tabla que más le ha de gustar a Mancera es la del costo del Metro: mientras que los chilangos pagamos 5 pesos por boleto, los habitantes de Tokio pagan el equivalente a 33 pesos. Aunque tenemos menos líneas del Metro que Nueva York, a pesar de la gran diferencia territorial.
Del archivo fotográfico quedé fascinada por el álbum “Ciudad emblemática” (un archivo que se exhibe en alianza con la Agencia Gestión Urbana) que muestra, entre otras fotos, las de los monumentos que nos identifican en el mundo, como el Ángel de la Independencia, el Castillo de Chapultepec y el Palacio de Bellas Artes. Una en especial nos robó el aliento: la imagen del proyecto original del Monumento a la Revolución, cuando se planeaba que fuera el Palacio del Poder Legislativo (por encargo de Porfirio Díaz), y en la que se aprecia en primer plano a familias paseando por los llanos adyacentes y, detrás de ellos, la gran estructura metálica de lo que fue el sueño inconcluso de Émile Bénard.
Realmente vale la pena visitar este sitio, pero señor Mancera, para que su Futura CDMX sea realmente Increíble (porque Trendy ya vi que sí es) le hacen falta algunas cositas: le recomiendo colocar una manta alusiva a la Gran Maqueta en la entrada, pues mucha gente da toda la vuelta a la manzana pensando que se exhibe en el Colegio de las Vizcaínas y no en el antiguo teatro.
Quise comprar una pluma plateada con rosa mexicano para regalar a un extranjero, pero el módulo con artículos del recuerdo estaba cerrado “por la hora de la comida”. Al salir, me dieron ganas de tomar un café para comentar todo lo visto con mi familia y pregunté por la cafetería. Me dijeron que no hay tal, pero que “están planeando algo así”.
Caminando en busca de un lugar donde tomarnos el café, recordé de pronto una de las fotos del álbum “Corazón de la ciudad”: otra vez una estampa del Palacio de Bellas Artes que sí es Cosmopolita, herencia de la ciudad afrancesada que quería don Porfirio.
Y allá fuimos para admirar su art decó desde la terraza-mirador del café Finca Don Porfirio (https://es.foursquare.com/v/finca-don-porfirio/569edc9638faf971e4b84a40) mientras disfrutábamos de un humeante Xocoatl –uno de los 12 tipos de chocolate que ofrece– de esa cafetería que tiene la mejor vista hacia el palacio.
Pero de su oferta, que hace homenaje al presidente que nos afrancesó, les hablaré en otra ocasión.