Las mujeres evolucionaron para invertir mucho más que un hombre en una relación.
La Universidad de Binghamton y la Universidad College de Londres realizaron un estudio acerca de las diferencias que manejan los hombres y las mujeres en una ruptura amorosa. Los resultados muestran que el género femenino, pese a ser más sensibles (estadísticamente), es el que decide ponerle un fin a una relación amorosa, por su parte, el género masculino es el que mostró tomar menos decisión al término de una relación.
La encuesta se le realizó a 5,705 mujeres y hombres de 96 países diferentes y en un promedio de 27 años. Las preguntas estaban enfocadas a qué tan grave había una ruptura, cómo sucedió, cuánto tiempo se tardó en superarla, qué tanto y cómo se dio la comunicación, entre otras preguntas más. Las respuestas de la mayoría de las preguntas eran dadas en clave numérica, cero correspondía a nada y diez era insoportable.
Sobre las diferencias, los investigadores dijeron que probablemente el factor biológico otorgue fundamentos al porqué las mujeres sufren un mayor impacto emocional y físico tras la ruptura, mientras que los hombres tienden no a recuperarse totalmente, sino simplemente a seguir adelante. Este factor biológico es explicado a través de una analogía: su encuentro amoroso (de ellas) podría conllevar nueve meses de embarazo seguido de muchos años de lactancia para las mujeres ancestrales, mientras que los hombres podrían irse literalmente unos minutos después del encuentro, sin tener inversión biológica alguna. Esto también podría explicar por qué las mujeres son más exigentes en la selección de pareja y por ende son más sensibles a la pérdida, y también explicaría por qué el género masculino siente menos dolor al principio pero sufren la pérdida durante más tiempo por la necesidad de volver a empezar y recuperar lo que han perdido.
Según Craig Morris,uno de los investigadores, explica:”En términos simples, las mujeres evolucionaron para invertir mucho más que un hombre en una relación”. Cabe decir, que en los mismo términos biológicos, los hombres, históricamente, han evolucionado para competir por la atención de las mujeres y por eso la pérdida de una pareja de calidad para un hombre no “duele” tanto al principio.
Las mujeres mostraron una intensidad mayor que los hombres en casi todos los factores de respuesta tras una ruptura: en lo que se refiere a las emocionales, dominaron las clasificaciones de ira, ansiedad, depresión, miedo e incapacidad para funcionar en el trabajo y los estudios. En cuanto a las respuestas físicas mostraron una mayor intensidad en las categorías de náusea o incapacidad para comer, ataques de pánico, cambios indeseados en el peso y bajada de la respuesta inmunológica, los hombres sólo mostraron una mayor intensidad en dos factores de la respuesta emocional: la pérdida general de concentración e insensibilidad emocional. El insomnio fue el tópico más intenso para ambos sexos.
Debido a las dificultades emocionales, y en sus casos, físicas, por las cuales pasan las mujeres, según la investigación, son ellas las que toman la decisión de una ruptura definitiva, pues los datos dicen que 7 de cada 10 mujeres son quienes terminan con sus parejas y no regresan, mientras que los hombres, solo 3 de cada 10 terminan la relación y 8 de cada 10 está dispuesto a regresar.