Piden más políticas de compatibilidad laboral-hogar.
De acuerdo con la Encuesta Intercensal 2015, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el 65.4% de los mexicanos se ubica entre los 15 y 64 años, es decir, en “edad productiva”. Este porcentaje representa un bono demográfico para el país, pues estas personas pueden aportar más a la economía, al no depender de los ingresos de otras. En aquel año, la población en México era de 119 millones 530 mil 753 personas.
La doctora Carla Pederzini Villarreal, académica del Departamento de Economía de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, señala que cinco millones 536 mil 744 mujeres, con edades entre los 15 y 29 años, desaprovechan su edad productiva por dedicarse a quehaceres del hogar y al cuidado de sus hijos y padres, sin una remuneración económica.
Esas 5.5 millones de mujeres representa 84.6% de las 6 millones 544 mil 615 de mexicanas consideradas ninis, que a pesar de que están más capacitadas que las de generaciones anteriores (entre ocho y 12 años de escolaridad promedio), no se les brindan oportunidades para continuar sus estudios, ni para insertarse en el mercado laboral formal.
Pederzini, doctora en Estudios de población, menciona que en la economía mexicana hay un problema de género, al existir implícitamente una restricción muy fuerte a que trabajen esas mujeres, careciendo de facilidades para combinar su vida familiar con sus actividades laborales o escolares, pues muchas de ellas no pueden ser esposas y madres a la par de una actividad económica formal y remunerada que incremente sus ingresos.
La docente de la Ibero sugiere que, para neutralizar la problemática, se deben emprender políticas públicas que permitan a las mujeres colocarse laboralmente y mantenerse al cuidado de sus hijos. Pero explica que esto sólo sería posible si se construyera un mayor número de guarderías administradas por el Estado, y se contará con programas de flexibilidad laboral, para que ellas puedan optar por trabajos de medio tiempo o temporales dentro de la formalidad y de acuerdo con su formación escolar y capacidades.
También sugiere que se debe involucrar más al hombre en el cuidado de los hijos y las tareas domésticas, facilitando la participación laboral de madres y padres.
México está en una etapa de la transición demográfica en la que se presenta un envejecimiento de la población, ya que, en el año 2000, 5% del total de mexicanos tenían 65 años o más, y en el año 2015 la cifra se elevó a 7.2%. En tanto que la esperanza de vida es de 72 años para los hombres y 77 para las mujeres, explicó la doctora Villarreal.
El Estado no cuenta con casas de retiro y asilos para adultos mayores retirados del mercado laboral que lo requieran, debido a esto, el cuidado de los ancianos, sean padres y abuelos, recae en sus familiares, específicamente en las mujeres, ya que la participación masculina en esto es casi nula.
Ante esto, Pederzini propone que el Estado brinde a quienes trabajan y se hacen cargo de sus padres o abuelos, facilidades para obtener en sus trabajos, permisos cuando no pueden ausentarse de sus casas por estar al cuidado de sus adultos mayores.
Embarazo adolescente
La investigadora de la Universidad Iberoamericana dijo que la tasa de crecimiento de población cayó de 1.9% entre 1990 y 2000, a 1.4% entre 2000 y 2010, porcentaje que se mantuvo en el periodo comprendido entre 2010 y 2015. Ese 1.4% representa la tasa de crecimiento poblacional más baja en la historia de México, que a mediados del siglo pasado llegó ser de 3%.
En el año 2009, se presentó una mínima variación es en la tasa de fecundidad, de 2.4 (hijos en toda la vida reproductiva de una mujer), y en 2014 fue de 2.3.
La preocupación está en que desde los años 60, la tasa de fecundidad en México a los 19 años se ha mantenido, mientras que, en casi todos los grupos de edad, se ha reducido.
Lo positivo es que para atender este problema, el gobierno federal ya ha tomado medidas al lanzar la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo Adolescente (Enapea), la cual es de suma importancia que se concrete con muchas más acciones de las que ya se han hecho.