viernes 22 noviembre, 2024
Mujer es Más –
COLUMNA INVITADA

Lo innombrable (matanza en Orlando)

La venta de armas no disminuye, sino aumenta.

Además del horror y la incredulidad que ha despertado el peor tiroteo en la historia de Estados Unidos –y la mayor matanza desde el 11 de septiembre del 2001–, sus ciudadanos están forcejando en estos momentos con cómo clasificar lo ocurrido: ¿ataque terrorista u homofóbico?.

El asunto no es menor si consideramos que la investigación y adjudicación de responsabilidades dependerá de cómo se designe aquello que comúnmente diríamos “no tiene nombre”. La forma de cómo diferentes grupos se refieren al incidente en el que 49 personas murieron y 53 resultaron heridas en un centro nocturno de Orlando, Florida, depende de sus convicciones; y de igual manera se están repartiendo las culpas y examinando lo que revela del estado de las cosas.

El epíteto que domina cualquier discusión es, por supuesto, el de terrorismo, dados los orígenes y religión del atacante. De hecho, en general cuando hay incidentes de grandes matanzas se tiende a llamar “terrorismo” si quienes lo realizan son de origen extranjero y ¨tiroteo múltipe¨ (por lo menos cuatro víctimas) si son blancos, nativos de aquí.

El atacante del bar gay ¨Pulse”, (muerto por la policía) Omar Mir Seddique Mateen, era un hombre de 29 años nacido en Nueva York y radicado en Florida, de religión musulmana. Además, Mateen profesó su afiliación a ISIS en una llamada que hizo a la policía en los primeros minutos del asalto (que en total duró tres horas). El mismo grupo radical islamista se adjudicó el atentado después de los hechos. Sin embargo, el FBI, quien había interrogado e investigado a Mateen tres veces en el pasado, no encontró conexión directa con ningún grupo radical islámico.

Mateen viajó en dos ocasiones a Arabia Saudita y una vez a los Emiratos Árabes (2011 y 2013), pero al parecer este tipo de peregrinaje religioso es muy común entre los musulmanes y el FBI no decidió que no había nada sospechoso en ello.

Esto, y el simple hecho de que se lanzó sólo al ataque, hace suponer que Mateen era simplemente un hombre perturbado que actuó por cuenta propia. En todo caso, su padre confirmó que Mateen le había expresado unos días antes su asco al presenciar un beso entre dos hombres. De descartarse por completo la posibilidad de una conspiración con ISIS, o cualquier otro grupo radical, la teoría de que lo ocurrido fue un crimen de odio y discriminación contra la comunidad lésbica, homosexual, bisexual y transgénero, las criticas se desviarían un poco de los inmigrantes musulmanes.

Por ejemplo, entre los analistas mas liberales, hay quienes han señalado que los prejuicios homosexuales en Estados Unidos, en general, no se le podían adjudicar con mayor fuerza a ningún otro grupo que a los cristianos evangélicos. Otros grupos han salido en defensa de la religión como trasfondo de lo ocurrido en el bar Pulse, alegando que es la interpretación de los hombres, la que distorsionan sus principalmente pacíficos preceptos.

Aún una religión tan inofensiva como la mayoría de la gente considera que el budismo está motivando a algunos de sus afiliados a realizar terribles matanzas en Myanmar. Políticos como Donald Trump, por otro lado, no han tenido ningún problema en establecer lo musulmán y lo homofóbico como intrínsecamente ligados. Lo aseguro así en una conferencia de prensa que dio este mismo lunes (13 de junio).

Trump aprovechó para recrudecer su retórica en contra de la inmigración de ciertas nacionalidades que no aportan nada a Estados Unidos y mencionó el hecho de que el padre de Mateen se manifestaba en internet a favor de los talibanes de Afganistán. El asunto es que Mateen, padre, salió de su país hace 36 años, mucho antes de que Al Qaeda realizara los atentados del 11 de septiembre desataron esta ola antimusulmana en Estados Unidos. Poco le faltó a Trump para señalar al presidente Barck Obama como responsable indirecto de la tragedia dada su ¨generosa¨ actitud hacia los musulmanes.

Por su parte, Hilary Clinton (también en conferencia de prensa), se concentró en clasificar el atentado en Orlando como un ejemplo más del peligro de la venta de armas semiautomáticas a civiles. Clinton remarcó la falla de un sistema de en que supuestamente se verifica que quien pretenda comprar un arma no tenga antecedentes penales.

¿Cómo es posible que Mateen, un hombre que estaba en la mira del FBI, pudo hacerse de un rifle de asalto AR-15, el mismo tipo utilizado en la matanza de San Bernardino?

Mateen, quien trabajaba para una empresa de seguridad, también utilizó una pistola. Con éste, serán ya 173 tiroteos que se dan en Estados Unidos este año. Lo peor de todo, es que las encuestas indican que cada vez que ocurre un incidente de este tipo, la venta de armas no disminuye, sino aumenta.

Los peores hasta ahora se consideraban los del 2007 en la universidad Virginia Tech, en el que murieron 32 personas, y la de 2012 en Newton, Connecticut 2 en la que 20 niños y seis adultos murieron.

 

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