sábado 23 noviembre, 2024
Mujer es Más –
IVONNE MELGAR

Las mandaron al matadero

El próximo 5 de junio parece no traer buenas noticias en materia de equidad de género.

A diferencia de las elecciones del 2015, cuando el tema de la paridad alcanzó niveles inéditos, las campañas para renovar 12 gubernaturas el próximo 5 de junio parecen no traer buenas noticias en materia de equidad de género.

Mientras el año pasado la nueva legislación electoral obligó a los partidos a postular a candidatas en la mitad de los cargos legislativos en disputa, esta vez las abanderadas con posibilidades de ganar apenas son cuatro: Blanca Alcalá (PRI) en Puebla; Lorena Martíenz (PRI) en Aguascalientes; Adriana Davila (PAN) y Lorena Cuéllar (PRD) en Tlaxacala.

Es cierto que la paridad en los congresos locales se dejará sentir, porque así lo dicta la ley correspondiente. Pero en el caso de los gobiernos estatales, se vive el riesgo de que ninguno de los 12 en cuestión quede en manos de una segunda mandataria local. ¡Así de grave!

De entrada, ninguna de las entidades consideradas importantes en términos de votos y por su poder económico se encuentra en la ruta de ser ganada por una mujer. Como sí ocurrió en 2015 con el triunfo de la priista Claudia Pavlolvich, en Sonora en 2015.

Los reflectores están puestos en Tamaulipas, Veracruz, Oaxaca, Chihuahua, Quintana Roo, Durango… Y en todos los casos la puja se da entre varones.

¿Puede alguna de las cuatro abanderadas competitivas convertirse en la segunda integrante mujer de ese mega Club de Toby que es la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago)? A juzgar por las encuestas publicadas en los últimos días ninguna de las cuatro candidatas se encuentra arriba.

Pero tenemos un consuelo: ¿ustedes le creen a esos sondeos ? Yo tampoco.

Sin embargo, al asomarnos a los comederos políticos, a los corrillos de los partidos, a los cuchicheos del Senado y la Cámara de Diputados, los comentarios sobre las posibilidades de las mujeres en campaña son pesimistas y adversos.

En el caso de Puebla, a donde compite la senadora Blanca Alcalá, exalcaldesa de la ciudad capital de esa entidad, el susurro es generalizado: “La mandaron al matadero”. Eso es lo que comentan priistas y panistas y perredistas.

Y es que si algo es seguro para el PAN en los comicios del primer domingo de junio, es que ganará el abanderado Antonio Gali, quien cuenta con el respaldo del gobernador Rafael. Moreno Valle.

Al respecto, cabe destacar que la guerra de propaganda negra alcanzó a la candidata Alcalá con una supuesta revelación de la empresa constructora que habría creado un mes y medio después de dejar la alcaldía con quien fuera el principal proveedor de obras en su gestión.

Si bien para Lorena Martínez todavía hay mucha pelea qué dar, porque la percepción es que, ahí en Aguascalientes hay empate entre el PRI y el postulado del PAN, Martín Orozco, en los hechos la exalcaldesa de la capital del estado y exitosa directora de la PROFECO no está recibiendo el arropamiento partidista que sus compañeros de logo tienen en otras entidades.

Además, para la priista hidrocálido el desafío mayor ha sido convencer a los hombres maduros de una sociedad conservadora.

Si bien al PRI le dolerá perder un estado que ahora gobierna, el comentario común de los tricolores es que “al fin y al cabo Aguascalientes es muy pequeño”, frente a los bastiones considerados prioritarios.

La mala racha de las féminas en la política no es cosa exclusiva del partido en el poder. También para la senadora del PAN, con licencia, Adriana Dávila la faena de la campaña, ha sido cuesta arriba.

Y es que los blanquiazules se consuelan con el mismo argumento: “Tlaxcala es demasiado pequeño como para padecer esa reñida competencia”.

Un dato adicional afecta a la panista: en la dirigencia de su partido, a cargo de Ricardo Anaya, se le identifica como parte del grupo de Margarita Zavala, es decir, de la puntera en la competencia por la candidatura presidencial. De manera que el gane de Adriana sería interpretado como avance del grupo del expresidente Felipe Calderón.

Ese contexto colocó en la ruta del triunfo a la senadora del PRD Lorena Cuéllar, quien además podría convertirse en uno de los pocos buenos resultados de ese partido para el domingo 5 de junio.

Sin embargo, una encuesta publicada este martes 25 de mayo en el periódico El Universal, reporta que la delantera la lleva el priista Marco Antonio Mena Rodríguez.

Y si bien ya dijimos que esos sondeos no son de fiar, lo sintomático es que el abanderado del PRI sigue en la jugada en una entidad que históricamente se ha repartido en tres entre esa fuerza política, el PAN y el PRD. Y donde los tres ya gobernaron. Conclusión: nada para nadie aún.

Nuestra única esperanza es que la democracia electoral que hoy se protagoniza en México puede dar sorpresas. Y que la pelea sigue.

Pero por lo pronto, los focos rojos están prendidos: 2016 no augura ser un buen año para la paridad política.

 

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