La sobrina del expresidente Carlos Salinas e hija del asesinado Francisco Ruíz Massieu ya se atreve a decir “sí quiero”
La canciller Claudia Ruiz Massieu está muy activa y dispuesta a atraer los reflectores y las grabadoras.
Además de acompañar al presidente Enrique Peña en sus giras internacionales, la funcionaria viaja a Estados Unidos para reunirse con los compatriotas que allá radican y cuestionar la bandera antimexicanos que ondea el candidato del partido Repúblicano al gobierno del vecino país.
Recientemente, la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores habló de flexibilizar el principio de la no intervención que ha caracterizado a la diplomacia mexicana, marcando con ello, al menos a nivel retórico, una apertura al cambio.
Y esta semana, en una evidente ampliación de sus tareas más allá del trato con embajadores, se reunirá con los familiares de los normalistas de Ayotzinapa.
Pero en un sistema presidencialista, el protagonismo de los integrantes del gabinete no puede ni debe interpretarse al margen de las consideraciones que en Los Pinos se toman sobre el rol que los hombres y las mujeres del presidente pueden jugar.
Así que la creciente agenda pública y mediática de la secretaria es consecuencia indudable de una decisión de su jefe.
Dos situaciones explican el activismo de Ruiz Massieu: la circunstancia geopolítica y la competencia hacia el 2018.
En el primer caso, la emergencia de Donald Trump como inminente candidato republicano a la Casa Blanca hacia noviembre próximo, convirtió a la política exterior en materia prioritaria de la administración federal.
La canciller está obligada a encabezar la estrategia diplomática del gobierno de Peña frente a la ola de racismo antimigratorio que personifica el estadounidense.
Pero antes de que la coyuntura del vecino país convirtiera a las próximas elecciones de EU en asunto de prioridad nacional, Claudia Ruiz Massieu fue ascendida dentro del propio gabinete –al pasar de la Secretaría de Turismo a Relaciones Exteriores-– por una razón de cálculo político.
De manera que las características de la competencia hacia 2018 hicieron que el presidente Peña considerara a la exdiputada federal como una de las posibles abanderadas del PRI.
Más allá del tema de la paridad –que avanza en el Congreso y genera presión para incluir mujeres en todos los planos de la vida pública–, el presidente Peña necesita perfilar a una priista frente al ascenso de la candidatura de la panista Margarita Zavala.
¿Es Claudia Ruiz Massieu el mejor prospecto femenino del PRI para afrontar a la esposa del expresidente Felipe Calderón?
Por lo pronto, la sobrina del expresidente Carlos Salinas e hija del asesinado Francisco Ruíz Massieu ya se atreve a decir “sí quiero”, cuando en corto le preguntan si le gustaría ser abanderada presidencial del peñismo. Pero no es la única.
Claudia Ruiz Massieu Salinas
– 43 años
– Madre de tres hijos: María, Francisco y Lucía
– Divorciada
– Fue diputada federal
– Fue titular de la Secretaría de Turismo
– Estudió Derecho en la Universidad Iberoamericana, y es candidata a doctora en Derecho Público por la Universidad Autónoma de Madrid
– Su tesis de licenciatura fue sobre le pensamiento jurídico de José Francisco Ruiz Massieu, su padre, asesinado en 1995 cuando era secretario general del PRI. Antes fue gobernador de Guerrero.
– Su madre, Adriana Salinas, es hermana del expresidente Carlos Salinas
