Así las cosas, los denostados partidos políticos y las cuestionadas autoridades electorales se declaran preparados para la elección que calibrará el 2018.
Los partidos políticos arrancaron su maquinaria rumbo al 2018, aunque se trata de la elección intermedia de este 2016, es la elección que prepara, reacomoda y modifica los escenarios para la elección presidencial.
El Instituto Nacional Electoral (INE) y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE) aseguran, como siempre que hay elecciones, que están listos en las 13 entidades que tendrán comicios.
Con nueva fecha y nuevas reglas de una Ley Electoral cuestionada, el 5 de junio, el INE también cuestionado e incluso desacreditado, tendrá junto con los institutos electorales locales, un nuevo e interesante reto.
En 12 estados, Aguascalientes, Chihuahua, Durango, Hidalgo, Puebla, Oaxaca, Quintana Roo, Sinaloa, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas, se elegirá gobernador, diputados y presidentes municipales. Baja California tendrá elección en cinco municipios y su congreso local.
En la Ciudad de México habrá una elección única para la Asamblea Constituyente de la Ciudad. Están en disputa 965 presidencias municipales, 388 diputaciones locales, 239 de mayoría y 149 plurinominales.
Ante un nuevo escenario, esta elección termómetro no estará alejada de lo que cada elección vemos “el lodazal”. Acusaciones entre azules y rojos; amarillos y morenos; morados y verdes. Sin duda conoceremos de “videos clandestinos”, “espionaje telefónico”, “acusaciones de vínculos con el crimen organizado”, “campañas negativas”, “periodicazos”, “fuego amigo” y otros hábitos deleznables de la política nacional.
De las interminables, llamativas, incluso hasta absurdas promesas de campaña, no hay mucho que decir. Los temas principales empleo, seguridad, salud y servicios, tendrán un almanaque de propuestas destinadas al olvido.
Sobra decir que seguimos a la espera de las promesas de quienes hace poco lograron ganar sus elecciones. En Sonora, la priista Claudia Pavlovich ganó votos cuando, ante el cansancio de la gente, se comprometió a castigar a quienes saquearon su estado. Dijo que no habría impunidad y hasta ahora es lo que sobra. En Nuevo León el “independiente” Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, dijo que fumigaría el Palacio de Gobierno y que habría castigo a los funcionarios que incurrieron en actos de corrupción en administraciones pasadas. Mucho ruido pocas nueces.
De las 12 gubernaturas en disputa, tres las gobierna la coalición PAN-PRD, Puebla, Sinaloa y Oaxaca. El PRI gobierna nueve: Chihuahua, Durango, Zacatecas, Aguascalientes, Tamaulipas, Veracruz, Hidalgo, Tlaxcala y Quintana Roo. Las mismas que según Manlio Fabio Beltrones, dirigente nacional priista, retendrá. Pero, la verdad, es que la situación se ha complicado. División en uno, pésima percepción en otro y una competencia muy cerrada en otros.
¿Será que los veracruzanos darán nuevamente su voto al PRI, luego de la situación en la que deja el estado Javier Duarte? Las alianzas PAN-PRD en Oaxaca, Veracruz, Zacatecas, Quintana Roo y Durango y las llamadas candidaturas “independientes”, prendieron los focos de alerta en el partido del presidente.
Habrá que ver si Manlio Fabio Beltrones logra el reto 9-3. Si a Ricardo Anaya, dirigente nacional del PAN y Agustín Basave, dirigente nacional del PRD, les funcionan sus alianzas. Y habrá que estar muy atentos si Andrés Manuel López Obrador y su Morena, obtienen algo fuera de la Ciudad de México.
Así las cosas, los denostados partidos políticos y las cuestionadas autoridades electorales se declaran preparados para la elección que calibrará el 2018. Proceso electoral que navegará entre el hartazgo de los ciudadanos, la competencia sucia de los candidatos, la fragmentación del voto, el coyotaje y la corrupción, según los expertos.